La celulitis es un problema que afecta a muchas mujeres con independencia de que estén delgadas o tengan algunos kilos de más. La mejor arma para combatirla es la prevención. Aquí te vamos a dar diez claves que tienes que seguir para que no aparezca ni un gramo de esta dichosa grasa que, luego, cuesta tanto quitar.
Los consejos
El primer consejo que hay que seguir es evitar llevar una vida sedentaria y hacer ejercicio en la medida de lo posible. Lo mejor es optar por actividades aeróbicas como, por ejemplo, la natación o la bici, que son las mejores herramientas deportivas para combatirla.
La alimentación es también otro de los pilares clave. En este sentido es importante seguir una dieta baja en grasas y que permita eliminar toxinas y eliminar líquidos, ya que la retención de líquidos está directamente relacionada con la aparición de la piel de naranja.
La sal es amiga de la celulitis. La clave está en que con su consumo se tiende a retener líquidos. Hay que tomarla en su justa medida, evitando ingerir comidas o productos alimenticios que tengan mucha sal, sobre todo, si se es propensa a retenciones.
Además, la alimentación también debe ser rica en fibra para facilitar el tránsito intestinal, siendo conveniente si se padece ese problema ayudarse de productos específicos para evitarlo o bien acudir al médico. La razón está en que los intestinos tienden a presionar el bazo, lo que dificulta la circulación sanguínea, que es otro de los factores que contribuyen a la aparición de la celulitis.
Durante la jornada de trabajo, principalmente si se pasa mucho tiempo sentada, es conveniente levantarse de la silla cada hora aproximadamente para caminar dos minutos. De esta manera, se activa también la circulación sanguínea.
Y, a la hora de sentarse, hay que poner las piernas paralelas y con las plantas bien apoyadas en el suelo. Bajo ningún concepto se pueden cruzar las piernas porque se evita que fluya bien la sangre por ellas y por puntos clave como las inglés.
Por supuesto, la ropa también es fundamental. No hay que llevar prendas muy ajustadas ni cinturas o gomas de medias que aprieten porque, igualmente, se dificulta la circulación sanguínea.
Para favorecer el flujo adecuado de la sangre tampoco es bueno llevar tacones. No se deben superar los tres centímetros, que es el tacón idóneo para evitar también a su vez problemas de espalda.
Y, finalmente, ojo con el alcohol y el tabaco. Las bebidas alcohólicas favorecen la retención de líquidos, mientras que fumar impide una correcta oxigenación de la sangre. Así que hay que reducir su consumo y, si puedes, evitarlo.