¿Quieres reducir grasa de piernas y glúteos sin tener que pasar un buen rato haciendo running o sobre la bicicleta? Si la respuesta es afirmativa, sigue leyendo porque aquí te proponemos los mejores ejercicios para decir adiós a las grasas acumuladas en esta parte del cuerpo. Y, lo mejor de todo, es que puedes hacerlos en cualquier momento en casa y que no necesitas más de 15 minutos. ¿Te animas?
Los ejercicios
Para eliminar la grasa de piernas y glúteos hay que hacer un trabajo intenso y específico porque es una parte del cuerpo en la que es muy habitual que las mujeres la acumulen, estando genéticamente predispuestas a ello. Pero se puede poner solución con unos ejercicios.
Para hacer el primer ejercicio hay que tumbarse en el suelo de lado con las dos piernas juntas y estiradas y un brazo debajo de la cabeza para tenerla bien apoyada. En esa posición, la pierna que queda arriba hay que levantarla hasta formar un ángulo aproximado de 45 grados con la otra. Al subir es importante que la punta del pie quede estirada.
Una variante de este ejercicio es dibujar con la punta del pie un cuadrado en el aire cuando la pierna esta arriba. Es también un movimiento muy efectivo, al igual que levantar la pierna formando un ángulo de unos 30 grados como máximo con la otra que está apoyada y hacer pequeñas subidas y bajadas pero muy rápidas.
Para tratar esta parte del cuerpo, con las piernas estiradas, otra opción es poner la de arriba ligeramente hacia atrás porque la que queda apoyada en el suelo levantarla ligeramente.
Y otro de los mejores ejercicios que se pueden hacer es ponerse de pie con las piernas abiertas con la misma anchura que los hombros. En esa posición, hay que bajar doblando las rodillas hasta que la pantorrilla y el muslo formen un ángulo recto y manteniendo el cuerpo recto. Una vez se esta abajo, hay que volver poco a poco levantándose hasta volver a la posición inicial. Un pequeño truco para conseguir más efectividad en este ejercicio es contraer los glúteos cuando se inicia el movimiento hacia arriba.
También puedes optar por hacer las denominadas zancadas de las que, igualmente, tienes que partir de la posición inicial del ejercicio anterior. Desde ahí, tienes que dar con una pierna un paso hacia delante, de manera que quede flexionada, mientras que la otra pierna queda atrás con el talón en alto. Hay que apoyarse sobre la pierna flexionada y, con la espalda recta, hay que subir y bajar sin que la rodilla quede por delante del tobillo.