Desmaquillar el rostro es fundamental para mantener la piel en perfecto estado y no solo retirar los posibles restos de maquillaje, sino todas las impurezas que se acumulan en el rostro con el paso de las horas y en el día a día por la polución, las calefacciones, aires acondicionados… Y, aunque hay varios productos para llevar a cabo este proceso, no todos son igualmente efectivos ni están indicados para todo tipo de pieles. ¿Cuáles son los mejores?
Tipo de piel
El tipo de piel que se tiene es una de las principales claves para elegir bien el desmaquillador que sea más adecuado. En concreto, para las pieles mixtas o grasas, es mejor emplear este producto en formato gel o en espuma porque esta textura permite eliminar la suciedad, pero cuidando la dermis tan compleja de este tipo de cutis.
En el caso de las pieles secas o bien maduras, las necesidades son otras por lo que se recomienda emplear un limpiador que a su vez hidrate. Esta fórmula y composición suele ser más habitual en las leches limpiadoras, así como en los aceites desmaquillantes.
Las pieles normales, aunque inicialmente se piensa que lo tienen más fácil, lo cierto es que también precisan productos específicos. Lo mejor es optar por un desmaquillador que no reseque la piel.
Agua micelar
Dentro de los desmaquilladores, uno de los últimos en aparecer –aunque ya lleva algún tiempo-, y que cuenta con gran aceptación es el agua micelar. En general, este producto está muy indicado para las pieles normales porque no las reseca.
Sin embargo, igualmente, puede emplearse en otro tipo de cutis, siendo idóneo para cualquiera de ellos. La clave está en que el agua micelar arrastra las impurezas de la piel y retiene la grasa, aparte de retirar las células muertas, los productos de maquillaje y las partículas relacionadas con la contaminación.
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