Tanto el cansancio como el estrés se dejan sentir en el rostro, haciendo que se vea más apagado y que pierda su luminosidad. Para evitarlo, además de controlar el ritmo diario y llevar una vida más saludable, es importante dar unos masajes con los que se puede devolver la vitalidad al cutis.
Los masajes
Además del típico masaje facial que es recomendable realizar, también es posible aplicar otros movimientos en el rostro en aquellas situaciones en las que se acumula el cansancio y la dermis aparece apagada. Según la zona en la que esa fatiga se concentre, hay que hacer uno u otro masaje.
Uno de los más recomendables para todo el rostro procede de técnicas de relajación que, por ejemplo, se emplean en Tai-Chi. Se trata de frotar las manos para que estén calientes y en depositar cada una de ellas sobre un lado de la cara, realizando una ligera presión, pero sin que duela, incidiendo en la zona de los pómulos, frente, ojos y mentón. El movimiento puede repetirse varias veces conforme ya no notes el calor. Además, aprovecha para no pensar en nada y hacer al mismo tiempo unas respiraciones relajantes.
Otro gesto que es de gran utilidad es abrir los ojos bien, así como la boca y sacar la lengua al mismo tiempo porque se estiran muchos músculos del rostro. Además, este movimiento tiene la ventaja de que mejora la circulación, siendo también de gran utilidad para reducir el estrés. Se puede repetir varias veces, teniendo que mantener el gesto durante unos 15 segundos aproximadamente en cada ocasión.
Y, para aquellas personas que precisan reducir las bolsas porque es la zona en la que se les acumula el cansancio, lo mejor es hacer una ligera presión desde el lagrimal hacia la parte externa del ojo con uno de los dedos. El movimiento se completa haciendo lo mismo bajo la ceja. Este gesto igualmente puedes repetirlo varias veces.