Uno de los tipos de pieles que más afectados resultan por la llegada del frío son las pieles sensibles. Las bajas temperaturas producen enrojecimiento y desescamación, y este proceso hace que aún sea más reactiva al maquillaje y a cremas y otros productos que utilizamos para su cuidado. Para evitar esto y cuidar de nuestra piel sensible durante el frío, lo mejor es utilizar mascarillas que la hidraten y la nutran y la hagan más resistente a las inclemencias del tiempo. Aquí te presentamos algunas de ellas:
– Mascarilla de yogur: Necesitas una taza de yogur natural que esté fresco pero no helado y media taza de avena. La preparación es muy sencilla, ya que sólo tienes que mezclar ambos ingredientes, aplicar la mezcla resultante sobre la piel del rostro durante quien minutos y para terminar retirarla con una toalla que esté húmeda y caliente.
Podemos calentar la toalla en la calefacción o en el microondas, pero en cualquier caso deberemos evitar que esté demasiado caliente, ya que ello podría dañar la piel.
– Mascarilla de agua de rosas: Mezcla dos cucharaditas de aceite de caléndula, dos cucharaditas de aceite de lavanda y 2 pétalos de rosa cortados en trocitos pequeños. Aplica la mezcla sobre el rostro y diez minutos después lávate la cara con agua tibia.
– Mascarilla de zanahoria: Para prepararla necesitas un poco de lechuga y unos trozos de zanahoria madura. Coloca en un recipiente un la lechuga picada y la zanahoria rayada. Echa agua hirviendo y deja que se macere toda la noche. Echa un poco de leche, evitando que quede demasiado líquida y cuela la mezcla. Aplícala por la noche sobre el cutis y obtendrás una rehidratación extra. Si quieres, puedes preparar cantidad para varios días y guardarlo en el frigorífico, ya que la mascarilla puede durar una semana.