Un pelo bien cuidado siempre es sinónimo de belleza. Pero muchas veces se tiende a prestar atención a las raíces cuando se tiñe o se llevan mechas, a hacer tratamientos integrales…, pero es menos común fijarse en las puntas del cabello que es justo lo que más fácilmente se deteriora y más afea. Aquí te damos una serie de consejos para que no tengas de qué preocuparte.
Cuidados
Para evitar las puntas abiertas, lo mejor es tener el pelo saneado. Y para ello no hay mejor remedio que cortarlas aproximadamente cada dos meses para eliminar del pelo la parte más estropeada y no haya tiempo a que se abran. Y es que es una zona que se daña fácilmente y no sólo por el cúmulo de tintes, sino también porque es la que más roza con la ropa, con el sofá….
Otro de los remedios más importantes es utilizar productos para el cabello en esta zona. Es el caso de la crema suavizante tras el aclarado, que debe hidratar y nutrir el pelo para evitar que se seque y se estropee más fácilmente. En su aplicación suele cometerse el error de prestar más atención a la zona media y superior del cabello, pero precisamente donde más hay que insistir es en las puntas. Lo mismo sucede con las mascarillas. Es conveniente cubrir siempre bien esa parte del pelo.
Una vez que se han abierto las puntas, la única solución es cortar para sanear o bien utilizar productos reparadores con los que hay que tener paciencia porque el efecto no es inmediato. No obstante, también hay remedios caseros que son de utilidad y con los que se puede conseguir un buen resultado.
Uno de los más efectivos viene de la mano de la manzanilla. Y, aunque habitualmente, esta planta se asocia con los cabellos rubios, puede ser igualmente utilizada por las personas con cualquier otro color de pelo.
Con ella, hay que hacer en un litro de agua una infusión muy concentrada con una buena cantidad de manzanilla. Una vez esté hecha y mientras esté caliente, hay que aplicarla por la zona de las puntas.
Posteriormente, tienes que coger una toalla y empaparla en el resto de tisana que quede. Con ella, envuelve todo el pelo y déjala actuar entre 15 y 20 minutos. Si repites el proceso y eres constante, verás como las puntas van dejando de estar abiertas. Además, es un remedio que puedes utilizar de forma preventiva.