La perforación del cuerpo, se ha convertido en una tendencia que cada día está más de moda. De simples agujeros en los lóbulos, muchas personas han decidido pasar a tener pendientes hasta en los genitales. Antes de decidirte, debes tener presentes los posibles riesgos y complicaciones que esta acción conlleva, aunque no tiene por qué sucederle a todo el mundo.
– Reacción a los metales
Una gran cantidad de personas pueden ser alérgicas. Pronto lo notarán debido a la aparición de diferentes signos, como por ejemplo la hinchazón, el picor y diferentes erupciones en la piel. Para evitar estos problemas, hoy y en día, se utilizan materiales muy variados que pueden producir este tipo de reacciones. Presta atención al metal que se va a utilizar para la perforación y para la “joya” que vas a ponerte.
– Daños corporales
Uno de los grandes peligros que tienen los piercing de las ceja es el de quedarse enganchado en cualquier momento con algo de ropa. Si te olvidas de tu piercing y te vistes muy deprisa, puedes enganchártelo y llegar a romper la piel. Esta rotura, puede producir una infección que hasta puede darte problemas de visión. Los situados en los labios y en la lengua pueden dañar algunas piezas dentales, produciendo hasta su rotura.
– Infecciones
El piercing del ombligo es uno de los que más infecciones produce. Es muy fácil que la humedad se acumule en la zona y se puedan producir infecciones. También se puede irritar con el roce de la ropa, los cinturones, etc.
– Varios
Otros riesgos de la perforación corporal son las cicatrices. Si con el paso del tiempo decides que ya no tienes ganas de seguir llevándolo, te darás cuenta de las cicatrices que te quedarán en tu cuerpo.