Tener barriga es un problema muy habitual. Para muchas mujeres, a veces, reducir en esta zona es complicado porque se resiste a dietas. Y es que no siempre es un problema de acumulación de grasas, sino más bien de retención de líquidos o de flacidez abdominal, lo que hace que esta parte del cuerpo se vea más abultada o voluminosa de lo normal. Sin embargo, hay una serie de técnicas y de tratamientos que ayudan a reducir la barriga de forma considerable. Además, también en casa se pueden seguir una serie de consejos.
Técnicas y tratamientos
Una de las técnicas y tratamientos más conocidos es el drenaje linfático. La verdad es que también es uno de los más efectivos porque permiten hacer frente tanto a la retención de líquidos como a la acumulación de grasas en la zona.
Otra de las soluciones que hay disponibles se centran en romper las células grasas o adipocitos de la zona abdominal. En este caso, lo que se hace es utilizar el frío para lo que se emplea la criolipólisis.
No obstante, para este tipo de casos, también es efectivo utilizar la ultracavitación, que realiza los ultrasonidos para conseguir un efecto similar al de la criolipólisis. Además, todavía hay otra alternativa como la radiofrecuencia en el que los cúmulos de grasa se rompen o se deshacen a través de las radiaciones electromagnéticas.
En casa
Además de los tratamientos o técnicas que se aplican en centros de estética, es importante también en casa seguir unos hábitos saludables, tratando de hacer ejercicio de forma periódica y específico para el abdomen, así como optar por una dieta baja en grasas, que combata la retención de líquidos y que, sobre todo, no produzca gases.
También es muy efectivo dar un masaje circular todas las noches durante unos cinco minutos. Con este movimiento, lo que se logra es activar la circulación y mover la grasa abdominal.
Aparte, este sencillo gesto tiene otros beneficios como combatir los gases y la retención de líquidos, siendo también muy efectivo para acabar con el estreñimiento.
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