Si hay una buena manera de terminar un día, sobre todo si ha sido muy estresante, es dándonos un buen baño. Con él logramos relajar nuestro cuerpo y descansar nuestra mente, sobre todo si le añadimos los ingredientes necesarios para que resulte relajante y tonificante al mismo tiempo.
La mejor temperatura para el baño es el agua templada, ya que nos permite relajarnos pero sin dilatar demasiado nuestros vasos sanguíneos, lo que podría ralentizar la circulación sanguíneas, sobre todo en las piernas, dando lugar a hinchazón y pesadez de las mismas. Con el agua templada conseguiremos una adecuada relajación muscular que permitirá relajara todas las tensiones.
El ambiente también es muy importante, por lo que no dudes en llevar al baño alguna vela y poner una música suave que te ayude a complementar la relajación. Una vez hecho esto, ya sólo te queda decidir qué tipo de baño quieres darte:
– Baño de hidromasaje: Actualmente, muchas bañeras ofrecen la posibilidad del hidromasaje, por lo que no dudes en probarlo si es tu caso. El masaje que te proporciona el agua mejora el flujo sanguíneo y tonifica los músculos, por lo que es ideal para casos de retención de líquidos, ya que ayuda a movilizar los mismos.
– Aromaterapia: No dudes en añadir a tu baño las propiedades del aceite de plantas y flores que más te guste. Puedes elegirlos con efecto estimulante o relajante, o simplemente porque te gusta el olor que desprenden. Basta con añadir unas gotas al agua del baño y además lograrás que tu cuerpo quede impregnado de un suave aroma, sobre todo si eliges un aceite floral.
Recuerda que no es conveniente permanecer demasiado tiempo en la bañera. Unos 10-15 minutos es el tiempo ideal. Después no olvides aplicarte una crema hidratante para nutrir tu piel y que tenga un aspecto perfecto.