Diciembre es uno de los meses en los que más complicado resulta no aumentar de peso, debido tanto a los compromisos sociales como a los alimentos altamente calóricos que son típicos de las Navidades, como los turrones, polvorones, etc. Poco a poco, y sin darnos cuenta, cuando terminamos las fiestas acabamos con algunos kilos de más que después resulta muy difícil eliminar, aunque seguro que ello entrará en los propósitos del año nuevo.
Esto no significa que tengamos que pasar las fiestas amargadas y contando calorías, sino intentar equilibrar lo más posible nuestra dieta para no aumentar de peso.
Cuando tengamos una comida o una cena, lo ideal es hacer la otra comida principal del día baja en calorías, en la que predomine la carne magra, la fruta y la verdura. De este modo, los alimentos más calóricos los dejaremos para la celebración.
También es aconsejable moderar la cantidad. De nada sirve matarse de hambre si después somos capaces nosotras solas de comernos toda la caja de polvorones. Por ello es aconsejable, antes de salir de casa, tomar un tentempié poco calórico que nos ayude a llegar con menos apetito a la mesa.
Puedes probarlo todo sin abusar de ningún alimento, moderando la cantidad que tomamos del mismo, para así evitar la sensación de privación y evitaremos la ansiedad que seguramente nos hará comer mayor cantidad.
El alcohol aporta una gran cantidad de calorías, por lo que es aconsejable evitarlo lo más posible. Para brindar, mejor decantarse por sidra o cava brut, que tienen menos azúcares que otras bebidas alcohólicas.
Aumenta también la cantidad de ejercicio que haces al día. De ese modo, quemarás las calorías extras que puedas acumular a lo largo del mes y te mantendrás en forma.