El colágeno se ha convertido en imprescindible para frenar el paso del tiempo. Muchas cremas lo han incorporado, además de poderse tomar a través de diferentes composiciones que preparan los laboratorios y que se pueden encontrar en farmacias y parafarmacias. Sin embargo, también es posible hacer que el cuerpo no deje de producirlo de manera natural conforme va pasando el tiempo. ¿Qué se puede hacer? Sigue leyendo, que te lo contamos todo, todo.
Los trucos
Una de las principales pautas que deben seguirse es evitar la exposición al sol. La clave está en que los rayos solares penetran hasta las capas de la piel en la que se encuentran las células que producen su colágeno, generándoles daños. Por lo tanto, siempre hay que utilizar protección solar.
La alimentación igualmente es otra de las claves para activar la producción de colágeno. Un motivo por el que en la dieta no deben faltar las carnes magras, el pescado, los huevos, las legumbres o los lácteos, pero que sean desnatados.
Los alimentos ricos en vitamina C son también imprescindibles en la dieta diaria, siendo recomendable tomar pimientos rojos, kiwis, cítricos y fresas. Los arándanos, tomate y té verde tampoco pueden faltar en el plato, al igual que las nueces y el salmón pero, en este caso, por su contenido en omega 3, que favorece la producción de colágeno.
El ejercicio es otra de las claves. Siempre es recomendable hacerlo de forma regular y moderada. Su relación con la fabricación de colágeno se basa en que con la actividad física llega más oxígeno y nutrientes a las células, por lo que trabajan mejor en sus funciones.
Y, por supuesto, no hay que olvidarse de dormir bien y de decir adiós al estrés, tabaco, grasas, azúcares y al alcohol, que no son nada beneficiosos para conseguir nuestro objetivo. Más bien todo lo contrario, su ingesta contribuye a degenerar el colágeno. Sin duda, una razón más para dejar atrás malos hábitos.