Con la llegada del verano y la operación bikini toca ponerse en forma. Y una manera de practicar ejercicio es sumergirse en el agua, por ejemplo de una piscina o del mar, para hacer una serie de movimientos. La ventaja es que es una manera más rápida de quemar grasa porque en el agua se hace un mayor esfuerzo, aunque se nota menos que se está haciendo una actividad física. Además, también se puede moldear el cuerpo.
Los ejercicios
Para empezar puedes hacer ejercicios que son muy sencillos. Uno de ellos consiste en caminar en el agua. Aunque parezca que se pierde el tiempo, no es así. El agua ofrece una mayor resistencia y andar cuesta mucho más. Además, si la piscina no cubre mucho o dispones de una en la que el agua llegue por la pantorrilla, puedes optar por hacer alguna carrera. En el caso del mar, la opción es practicar los ejercicios a la orilla de la playa.
Estos movimientos los puedes hacer cubriéndote de agua a diferentes alturas. Por ejemplo, empieza por la rodilla con las primeras series, luego sigue hasta la cintura para continuar haciendo los movimientos y termina con el agua por la altura de los hombros.
Además, puedes seguir otra serie de dinámicas de ejercicios. Cualquier tabla de gimnasia es posible hacerla en el agua. Por ejemplo, para tonificar y eliminar la grasa de los brazos, lo mejor es simular el movimiento de la natación, al igual que para evitar que aparezcan los michelines en la espalda.
Para trabajar la cintura y la tripa, puedes hacer movimientos laterales moviendo solo la parte superior del tronco, aparte de subir las piernas doblando por las rodillas hasta la altura de la cintura.
Y, para las cartucheras, igualmente es muy bueno simular el movimiento como si estuvieras nadando o haciendo bicicleta, pero en el agua. Para mantener el equilibrio puedes ayudarte de los palos de gomaespuma que se emplean para aprender a nadar. De esta manera, puedes flotar y dedicarte tan solo a hacer los movimientos.