No sólo en el ámbito de la estética se producen novedades y se lanzan técnicas que permiten estar más guapa. También en el deporte se producen avances de la mano de entrenamientos que cada vez son más efectivos y que permiten conseguir mejores resultados en menos tiempo. Es el caso de HIIT (Hight Intensity Interval Training), que consiste en un tipo de ejercicio que está causando auténtico furor en los gimnasios y con los entrenadores personales porque permite quemar el máximo de calorías posible en tan solo cuatro minutos de actividad física. Una quema de calorías que es similar a la que se puede producir durante una sesión de una hora con otras modalidades o disciplinas, incluido el CrossFit o Spinning.
El entrenamiento
La clave de HIIT no es otra que la forma en la que se practica el ejercicio. De esta manera, en este entrenamiento se opta por menos tiempo, pero trabajando con una alta intensidad durante la actividad física, que se combina con pausas o períodos de recuperación que son de más baja intensidad. El resultado es quemar más calorías y no sólo cuando se hace el deporte, sino también cuando se está en reposo según constatan diferentes estudios.
Lo recomendable es realizar tres sesiones a la semana, dejando pasar dos días entre sesión y sesión a ser posible, puesto que el efecto dura unas 48 horas. Y, debido a su intensidad, no es conveniente practicarlo dos días seguidos.
No obstante, los tiempos que hay que dedicar a cada ejercicio y al descanso deben ser ajustados a cada persona por parte de expertos para conseguir el máximo beneficio en esta práctica y alcanzar los objetivos marcados.
Otra de sus ventajas es que se consigue trabajar todo el cuerpo en poco tiempo y que los ejercicios no siempre son complejos. De hecho, se hacen algunos que son conocidos como las sentadillas, flexiones de codo seguidas de saltos, zancadas… pero con mucha más intensidad de la habitual.
Y, aunque tiene muchas ventajas, también hay inconvenientes. Y es que es para personas que tengan una buena forma física porque es una práctica muy exigente. De todos modos, tener una buena base es cuestión de tiempo y puede adquirirse para que luego puedas pasar al HIIT sin problemas.