Pocas mujeres se libran de tener varices a lo largo de su vida. La verdad es que es un problema cuando son muy acentuadas porque muchas renuncian a lucir faldas o vestidos para no mostrar las piernas. La prevención es siempre la mejor aliada para evitar que aparezcan, lo que puede hacerse siguiendo unos consejos, que igualmente son útiles cuando comienzan a tenerse porque el objetivo es el mismo: lucir unas piernas 10.
Los consejos
Aunque puede haber alguna causa genética o médica que facilite la aparición de varices, uno de los aspectos que más favorece su aparición es llevar una vida sedentaria y pasar mucho tiempo sentada. Por ello, hacer ejercicio es fundamental para combatirlas. No se trata de pasarse horas y horas en el gimnasio o haciendo deporte, sino de incorporar sencillas rutinas en el día a día como subir las escaleras, caminar todo lo que se pueda, andar en casa de puntillas, hacer flexiones de piernas… Cuando se tiene más tiempo o bien el fin de semana, es muy positivo hacer ciclismo o natación.
La alimentación también es fundamental porque tener sobrepeso o consumir muchas grasas no es beneficioso. Lo más adecuado es seguir una dieta equilibrada y rica en fibra, frutas y verduras en las que haya poca presencia de sal y azúcar.
También se deben vigilar las posturas, sobre todo, las que se adoptan en el trabajo. Para ello, es recomendable cambiar la posición con frecuencia y no cruzar las piernas mientras se está sentado. A la hora de dormir, se tienen que tener las piernas ligeramente elevadas con una altura por encima del corazón. Y, siempre que se pueda, por ejemplo mientras se ve la tele por la noche, hay que mantenerlas elevadas.
Otros consejos muy útiles es evitar que las piernas queden expuestas a fuentes de calor directas como el sol, estufas, radiadores… porque se perjudica la circulación sanguínea y se favorece la aparición de varices.
Además, es conveniente tener las piernas siempre muy bien hidratadas y aplicar en la ducha chorros de agua fría desde los pies hasta los muslos, siguiendo esa línea ascendente. Los masajes con cremas específicas son igualmente beneficiosos, así como todos aquellos remedios caseros como el alcohol con romero o la mezcla de aceite de oliva con hojas de menta machacadas, que se aplican dando un masaje circular ascendente para activar la circulación y refrescar las piernas, siendo más recomendable realizarlo por la noche.