Después de la Navidad, antes del verano, después del verano… casi cualquier momento es aprovechado para ponernos a dieta e intentar perder esos kilitos de más que hemos acumulado en determinadas épocas del año. También puede ser que tengamos un cierto sobrepeso y que debamos seguir una dieta durante un largo periodo de tiempo hasta alcanzar nuestro deseado peso ideal.
Sea cual sea la razón por la cual decidimos ponernos a dieta, deberemos estar al tanto de una serie de mitos muy extendidos en relación a las mismas:
– El pan engorda: El pan es un alimento rico en hidratos de carbono y bajo en grasas, por lo que tomado con moderación, no contribuye al aumento de peso. Lo que engorda es lo que ponemos dentro del pan o las salsas con las que lo acompañamos, al igual que ocurre con las pastas.
– Comer fruta de postre engorda: La fruta tiene las mismas calorías antes que después de comer y ayuda a saciarte porque es rica en fibra y agua. Tomarla antes de comer ayuda a perder peso porque nos sacia y tendemos a comer menos.
– Hacer ejercicio después de comer adelgaza más: Hacer ejercicio nos ayuda a adelgazar porque al practicarlo aumentamos nuestro gasto energético, lo cual se traduce en una disminución del peso y de la grasa corporal, pero el momento en que lo practiquemos no tiene incidencia sobre su efectividad. Deberemos simplemente practicarlo de forma regular y debidamente hidratados.
– Tomar agua en ayunas adelgaza: Beber la cantidad necesaria de agua al día es útil si estamos a dieta, ya que el agua nos ayuda a eliminar líquidos y toxinas, pero este efecto lo hace independientemente de si lo tomamos en ayunas o comiendo. Sí podremos beneficiarnos de su efecto saciante bebiendo antes de las comidas.