Las mujeres que son propensas a retener líquidos y a sentirse hinchadas pueden notar que con el verano está sensación aumenta. Para solucionar esta situación, la alimentación se perfila una vez más como una gran aliada. Y es que hay alimentos que ayudan a evitar que se retengan líquidos. La ventaja, además, es que son pautas que igualmente pueden seguirse durante el invierno.
Los alimentos
La clave de estos alimentos es que todos ellos, en general, ayudan a activar la circulación sanguínea, que es una de las causas de la retención de líquidos, además de ayudar también a eliminar los líquidos del organismo.
Uno de los más funcionales es la cebolla, que debe consumirse cruda para beneficiarse de todos sus beneficios entre los que se encuentran la protección de las paredes de arterias y venas, su poder anti-inflamatorio y vasodilatador y la prevención de coágulos. También es un alimento diurético.
La naranja es una de las frutas que son igualmente de gran ayuda porque también favorecen la circulación sanguínea, mientras que la piña y la sandía y verduras y hortalizas como los espárragos, alcachofas o berros son muy diuréticas lo que contribuye a evitar la hinchazón. No hay que olvidarse dentro de este grupo del melón, plátano, espinacas y lentejas que contribuyen a que las piernas se noten más ligeras por su aporte de potasio.
La dieta también debe estar formada por cereales integrales y legumbres porque facilitan el tránsito intestinal, ya que el estreñimiento es otra de las causas por las que se puede notar esa hinchazón, sobre todo, en la zona del abdomen.
El pescado azul es otro de los alimentos clave por favorecer la circulación de la sangre, siendo conveniente principalmente ingerir salmón, sardinas o caballas, entre otros, que son ricos en ácidos Omega 3.
Finalmente, también se puede optar por sustituir la sal, o bien reducir su consumo, utilizando más las especias o hierbas aromáticas para evitar retener líquidos, aparte de tomar también las bayas yarándanos, moras, fresas… que facilitan la circulación de la sangre, fortalecen los vasos capilares y venosos y previenen las varices.