Si queremos proporcionar cuidados a nuestra piel de modo integral, nada mejor que lograrlo a través de los baños de inmersión. Ya la legendaria Cleopatra era conocida por tomar baños de leche para mantener su piel joven, pero son muchas las reinas y mujeres famosas que han recurrido este método para que nos va a permitir recuperarnos del estrés y el agotamiento del día al tiempo que nos ayuda a mantener la piel joven, tersa y luminosa.
Dependiendo de lo que queramos lograr con los baños, llenarnos de energía o relajarnos, podemos utilizar unos u otros componentes, y la elección dependerá, en muchos casos, de nuestro gusto personal:
– Baño de Miel y Leche: En un recipiente mezcla una taza de miel con media taza de agua caliente. Añade un poco de leche en polvo, removiendo lentamente para que se mezclen bien todos los ingredientes.
A continuación llenamos un poco la bañera hasta que el fondo quede cubierto de agua y colocamos el recipiente bajo el grifo, de forma que la mezcla se vaya disolviendo con el agua que cae. Ya sólo nos queda llenar la bañera y disfrutar de un baño nutritivo para nuestra piel y relajante para nosotras.
– Baño de Miel y Aceite: Al igual que en el baño anterior, mezclamos en un bol una taza de miel y un cuarto de taza de Aceite de oliva, mezclando ambos ingredientes hasta lograr una especie de melaza. Después, llenamos la bañera como en el caso anterior y disolvemos la mezcla del mismo modo. Este baño está especialmente indicado si tenemos la piel seca y queremos hidratarla y nutrirla. Podemos disfrutar aún más de las propiedades relajantes de la miel si nos colocamos una toalla mojada en el agua tibia enrollada bajo la nuca, a modo de almohada, cerramos los ojos y nos relajamos durante unos diez minutos.