La llegada del verano trastoca ligeramente nuestra alimentación. Pasamos más tiempo en la calle, tenemos más acontecimientos sociales, llegan los aperitivos en las terrazas, los helados… Pero, aunque parezca complicado, es posible mantener una dieta sana que evite que engordemos e, incluso, que nos ayude a adelgazar antes de que se nos eche encima el momento bikini.
Para ayudarte, te traigo algunos consejos fáciles que te resultarán muy eficaces. Si los sigues, conseguirás alimentarte de forma saludable y mantener a raya los kilos de más.
Por una alimentación saludable
Algunas de las recomendaciones de los expertos para comer sano de cara al verano son ya de sobra conocidas por todo el mundo. Sin embargo, conviene repasarlas, interiorizarlas y, sobre todo, llevarlas a la práctica. En lugar de comenzar ahora una dieta estricta para parecer más delgada de cara a las vacaciones, lo mejor es plantearse cada día unos objetivos realistas y más fáciles de cumplir. Es fundamental beber dos litros de agua al día y, ahora que llega el calor, con más razón. También realizar cinco comidas diarias (en el desayuno, a media mañana, comida, merienda y cena).
Apuesta cada día por un desayuno saludable que incluya fruta, lácteos y fibra. Recuerda que es necesario desayunar adecuadamente para sobrellevar la actividad diaria. Toma un tentempié a media mañana y a media tarde: fruta, queso, tés e infusiones… Te ayudarán a llegar a la hora de la comida o de la cena sin demasiada hambre.
Para el almuerzo y la cena combina ensaladas y verduras con alimentos ricos en proteínas cocinados con poco aceite (a la plancha o al horno, por ejemplo). Un último consejo: no abuses del alcohol, el café y los refrescos con cafeína, y realiza actividad física de forma regular. Si sigues estas recomendaciones, te sentirás mejor y estarás más guapa.