El agua micelar es un desmaquillador que ha irrumpido en el neceser con gran fuerza porque su producto suave y muy fácil de utilizar, aparte de cómodo porque permite limpiar toda la piel sin tener que utilizar productos específicos para labios y ojos y otros para el resto del rostro. Sin embargo, utilizarlo bien tiene una serie de trucos para poder de retirar toda la suciedad, calmar y tonificar la piel, aparte de dejarla fresca sin necesidad de tener que aclarar con agua posteriormente.
Aplicación
La mejor manera de aplicar el agua micelar es no frotar la dermis con fuerza. De hecho, es conveniente utilizar este producto a través de un algodón o disco desmaquillante impregnado en agua micelar, que se van pasando por el rostro dando pequeños toques sobre el cutis.
En los ojos, es importante dejar los discos o el algodón unos segundos sobre los párpados para, posteriormente, deslizarlos lentamente y de forma suave para que se retire todo el maquillaje, sobre todo, el rímel.
Desmaquillar la zona de los ojos con agua micelar también requiere de una serie de precauciones, siendo importante que se utilice un disco o algodón para cada uno de los ojos.
Además, los restos de máscara de pestañas se pueden retirar con la ayuda de un bastoncillo de algodón impregnado también en el agua micelar.
Cuando se llevan lentillas o se tienen los ojos especialmente sensibles, la verdad es que también el agua micelar es un producto idóneo y muy indicado porque no contiene perfumes y es muy suave. Además, tampoco reseca los ojos ni afecta al líquido lagrimal.
Utilización
El agua micelar tiene la ventaja de que puede utilizarse por el día y por la noche. Por ejemplo, por la mañana, es idóneo para retirar el exceso de grasa que se ha producido durante las horas.
Además, por la noche, es el momento idóneo para poder retirar el maquillaje y limpiar la piel y que el proceso de regeneración nocturno sea más intenso y beneficioso para la dermis.
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