Muchas veces surgen dudas a la hora de seguir una dieta y de organizar lo que se come, sobre todo, en relación a cuántas veces debe tomarse un producto para que la alimentación sea equilibrada y saludable. Y es que es un lío contar calorías, tener en cuenta las proteínas, hidratos de carbono…. Pero, no hay que preocuparse. Con unos trucos es muy sencillo hacer una planificación correcta.
Las claves
Para que sea más fácil organizar la comida que se va a tomar, es mejor contar piezas o cantidades más que las calorías. Por ejemplo, la legumbre debe tomarse dos veces por semana, mientras que el arroz y la pasta –aquí entraría también el pan-, se pueden ingerir hasta cinco o seis veces al día, pero en cantidad muy moderada.
Las verduras y las frutas es conveniente que estén presentes en la dieta diaria, siendo recomendable que se tomen entre tres y cinco piezas de fruta al día –mejor si es variada-, así como dos raciones de verdura diarias.
Para los segundos platos, están las carnes y pescados. Su ingesta es diferente. Por ejemplo, la carne, si es roja, se debe limitar su consumo a una vez a la semana. Por el contrario, la denominada carne blanca, dentro de la que se engloban el pollo o el cerdo, es posible comerla dos veces cada siete días. El pescado se puede tomar en mayor medida, aunque no se aconseja que se ingiera más de tres veces por semana.
En los huevos, la cantidad también varía. Aunque ha sido un elemento polémico por haber estado relacionado con el colesterol, lo cierto es que no hay problema en comer cuatro huevos a la semana. Eso sí, hay que tener cuidado en no tomarlo siempre frito y que no coincida con la carne o el pescado.
Y, ¿qué sucede con los lácteos y frutos secos? La recomendación para una dieta equilibrada es que se coman entre dos y cuatro raciones diarias.