Dieta depurativa para empezar el año


La última noche del año, o la primera, según se vea, es una velada en la que el cava, los dulces y los buenos propósitos campan a sus anchas. Pero los excesos de una noche festiva suelen caer como una losa al día siguiente, y es entonces cuando nuestro cuerpo nos manda señales de alerta que evidencian la necesidad de darle tregua durante unos días. Es por ello que no hay nada mejor que empezar el año premiando a nuestro cuerpo con una dieta depurativa que nos permita ponerlo a punto para afrontar los siguientes doce meses con energía.

De nada sirve saltarse las comidas o pasar largas jornadas de ayuno. Una dieta depurativa exige entre 4 y 6 comidas diarias, y debe estar compuesta por alimentos variados y bebidas saludables. La clave está en la moderación.

Las grandes aliadas serán las frutas y las verduras. Su alto contenido en agua y fibra y las vitaminas y minerales que aportan a nuestro organismo las convierten en el mejor desintoxicante después de los excesos. Gracias a ellas conseguiremos aumentar la función diurética y por tanto, expulsar toxinas.

No renuncies al desayuno

Estos días el desayuno sigue siendo la comida más importante del día. Lo recomendable es sustituir la bollería y el café por zumos de fruta, un yogur o un té. Recuerda que si el hambre te tienta entre comidas, lo más saludable es recurrir a frutas y verduras para picar entre horas. Cualquier dieta saludable exige al menos cinco comidas al día.

Di sí al agua que ayudará a depurar el organismo después de los excesos alcohólicos de los últimos días. Los especialistas recomiendan beber cada día entre dos y tres litros de agua al día.

Los lácteos también son necesarios para el buen funcionamiento de nuestro intestino, ya que aportan proteínas y vitaminas en abundancia. El yogur, la leche y los quesos nos ayudarán a depurar el organismo, pero han de ser, siempre, desnatados. Estos días además conviene apostar por carnes bajas en colesterol como la pechuga de pollo y pavo o los pescados blancos; siempre cocinados a la plancha, al horno o al vapor. Además, conviene evitar la sal, que incrementa la retención de líquidos y la sensación de pesadez.

Estos consejos nos ayudarán a encajar los excesos navideños, pero no olvides que también se puede recurrir a ellos después de cualquier noche de excesos. No sólo conseguiremos reducir nuestro sentimiento de culpa, sino que también estaremos dando a nuestro cuerpo un regalo saludable.