Llegan las fiestas y todas, absolutamente todas, sabemos qué nos va a tocar: cenas, comidas, más cenas y, cómo no, turrones, bombones, alimentos grasos y unas cuántas copitas de más. Y lo malo es que, cuando entramos en la inercia de las comilonas, nuestro cuerpo se acostumbra y después nos pide más y más…
Este año os propongo una dieta pre-navideña, para poder comer todas estas cosas ricas que nos traen las fiestas pero con un poquito de cabeza.
Compensar, una buena solución
Sí, lo sé, en general eso de atiborrarse durante el día y luego no cenar para «compensar» no es nada saludable ni aconsejable, pero lo cierto es que, de cara a estas fechas, puede ser una buena elección, siempre y cuando se haga con cabeza.
Durantes las fiestas siempre comemos más de lo que necesitamos, porque está bueno, porque nuestras madres nos siguen llenando el plato o simplemente porque nos pasamos horas delante de una mesa llena de tentaciones. Lo más importante para no ponerse 5 kilos en dos semanas es una dieta de compensación.
No se trata de no comer, porque lo único que conseguiréis es ir con el doble de hambre, hincharos, comer deprisa y mal y no disfrutar. A medida que se acercan estas fechas, lo mejor es ir incorporando una dosis extra de verduras y frutas a nuestra dieta y, sobre todo los días que coincidan con comida familiar, apostar por estos elementos para el resto de comidas.
Si sabéis que en Nochebuena la cena es contundente, desayunad fruta, tomad un par de infusiones a lo largo del día y comed algo ligero, un puré de verduras o una ensalada y de postre fruta. Es importante que bebáis como mínimo un litro y medio de agua y que cada mañana toméis una infusión Detox para ayudar a vuestro cuerpo a eliminar toxinas.