Las bacterias

Diversos estudios han puesto de manifiesto que mantener en buen estado las bacterias que viven en el organismo –lo que se conoce como microbiota-, es clave para tener menos grasa localizada en el abdomen.

La explicación está en que una alteración de estas bacterias produce un aumento de la resistencia a la insulina, lo que conlleva a su vez un aumento de la glucosa en sangre. Esto favorece que la grasa se acumule más en la zona del vientre.

Qué hacer

Para conseguir un vientre plano, se debe así vigilar que la microbiota esté siempre en perfecto estado porque así será más fácil acabar con la grasa abdominal. Para ello, se pueden consumir dos tipos de productos: probióticos y prebióticos.

Los probióticos son aquellos alimentos con microorganismos vivos que favorecen la flora intestinal. Es el caso, por ejemplo, de los yogures, kéfir, chucrut y otros productos fermentados.

Por su parte, los prebióticos son los que favorecen el desarrollo de las bacterias beneficiosas. Principalmente, hablamos de las frutas y las verduras.

La ventaja también de la ingesta de estos productos es que suelen ayudar también al tránsito intestinal, lo que contribuye a evitar esa sensación de pesadez y de hinchazón en el abdomen que tanto incomoda y que hace que parezca que se tiene más vientre.

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Indiba

Este sistema se basa en hacer un calentamiento local del tejido con un campo eléctrico o magnético. De esta manera, se genera un aumento de la temperatura, pero de forma controlada, que se produce por una corriente de alta frecuencia, que a su vez propicia un incremento de la temperatura del interior de las células.

Este sistema, que no duele y no es invasivo, está especialmente indicado para acabar con la grasa entre la piel y la zona muscular, siendo posible aplicarlo por todo el cuerpo, incluyendo el rostro.

Introlipoterapia

Este método se basa en infiltrar desoxicolato sódico, que funciona en el organismo como un lipolítico, facilitando que la grasa salga al exterior del adipocito y de su membrana para que sea eliminada por la orina. Este tratamiento es más idóneo para las zonas en las que hay grasa localizada y es rebelde como las cartucheras, rodillas, flancos o el abdomen.

Lipomasaje

Este sistema, también conocido como LPG, consiste en utilizar un aparato con dos rodillos que están motorizados para masajear las zonas con la grasa localizada. Con este movimiento, se rompen los adipocitos, expulsándose la grasa a través del sistema linfático. Este método se puede utilizar en todo el cuerpo y es útil también con la grasa enquistada.

Criolipolisis

Este método está más indicado para zonas localizadas porque es como una liposucción, pero sin cirugía, ya que se realiza como una succión del tejido dérmico con la aplicación de frío de hasta siete grados. Esta temperatura hace que la grasa se congele y se rompa. Así, el cuerpo la puede eliminar por el sistema linfático.

Carvoxiterapia

Este tratamiento se basa en aplicar dióxido de carbono para que se produzca una mayor oxigenación en la zona a tratar, consiguiendo una reducción de la grasa, aparte de mejorar la firmeza.

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Quinoa

Este alimento es uno de los últimos que se ha considerado como superalimento y todo un revolucionario en el sector de la alimentación. La clave está en que tiene pocas calorías, contiene múltiples vitaminas y minerales y aporta bastante fibra, lo que hace que favorezca la digestión y, en consecuencia, dificulta la acumulación de la grasa abdominal.

Verduras

Las verduras son también claves en la dieta para reducir la grasa abdominal. Hay varias opciones. Una de ellas, por ejemplo, es el brócoli o brécol, que es una de las mejores. Aunque forma parte de la familia de las coles y se puede pensar que ayuda aumentar el volumen de la tripa, no es así.

Y es que todo el aporte que tiene de calcio, fibra y vitaminas contribuye a que el cuerpo asimile mejor las grasas. Otro efecto beneficioso es que la cantidad de fibra que contiene también reduce la sensación de hambre, haciendo que la persona note que está llena y en consecuencia coma menos.

El apio es otra de las que se puede comer sin problemas. Entre sus bondades está ser hipocalórica, además de tener un alto contenido en fibra que ayuda a sentirse saciado antes. También es muy útil para controlar la ansiedad. De esta manera, se evita comer por ese estado de nerviosismo.

Pescados

Cuando se quiere reducir la grasa del abdomen, lo que hay que tomar es pescado azul porque aumentan la resistencia física, facilitando la capacidad del organismo de quemar grasas mediante el ejercicio. Aparte, al contener grasas saludables, se produce un efecto limpieza de aquellos lípidos que son perjudiciales para el organismo.

Frutos secos

En general, los frutos secos son beneficiosos, pero sobre todo las almendras porque tienen un índice glucémico que favorece la regulación de los niveles de azúcar en sangre. De esta manera, se activa el metabolismo y se produce una mayor quema de grasas.

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Brazos

Para tener unos brazos libres de grasa y totalmente tonificados y torneados, el mejor ejercicio que hay es levantar pesas. No queda más remedio. De esta manera, se quema toda la grasa localizada y se definen los músculos.

Es importante comenzar con unas pesas que no tengan mucho peso para ir progresivamente aumentándolo. Lo ideal es hacer varias repeticiones durante unos 10 minutos al día.

En el caso de que vayas al gimnasio, la máquina de remo es otra buena opción para conseguir este mismo objetivo, si no quieres hacer pesas.

Vientre

Tener un vientre plano no es una misión imposible. La clave está en combinar aquellos ejercicios en los que se suda con aquellos en los que se tonifica.

Entre ellos, por ejemplo, estaría en caminar a paso rápido o correr. Una actividad que se tiene que combinar con la de tonificación como el yoga o el Pilates.

Glúteos

Los glúteos son una de las zonas del cuerpo de la mujer en la que más grasas se acumulan generalmente. Para quemarlas, es importante también combinar una serie de ejercicios.

De nuevo, la combinación del éxito pasa por todas aquellas actividades en las que se suda y también se tonifica. Por ejemplo, las mejores opciones son nadar, montar en bicicleta, bailar, el aeróbic o clases como la Zumba. También saltar a la comba.

Y, para tonificar, nada mejor que subir escaleras -se puede hacer en casa o en la máquina del gimnasio-, así como las sentadillas, las zancadas y las flexiones de rodilla.

Con estos ejercicios, el cuerpo estará libre de todas aquellas grasas innecesarias y antiestéticas.

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Los alimentos

Además de cuidarse de forma habitual, hay una serie de alimentos que son de gran ayuda para evitar la acumulación de grasas en el cuerpo, sobre todo, en la zona del abdomen. Uno de ellos es la piña, que es muy conocida por su poder diurético y que también es de utilidad para conseguir este objetivo porque contiene acitidina y bromelina.

Los yogures probióticos son otros excelentes aliados, siempre que sean desnatados. La clave está en que un déficit de calcio propicia la multiplicación de células grasas y en que este tipo de producto es, precisamente, una buena fuente para evitar en el organismo esta carencia.

Los alimentos con vitamina B6 son también claves porque esta vitamina ayuda a quemar las grasas. Principalmente, se encuentra en pescados, legumbres y cereales integrales.

Y, finalmente, está el té, que es también uno de los mejores alimentos que se pueden tomar para evitar la acumulación de grasas. No obstante, no todas las variedades funcionan por igual a la hora de conseguir este objetivo. El té verde es uno de los más recomendables por contener catequinas, al igual que el té blanco que frena el crecimiento de las células grasas y facilita la destrucción de la que está en los adipositos.

Son solo algunos productos que, con su ingesta diaria, y con una dieta cuidada y sana en la que no haya presencia de grasas malas se puede conseguir el objetivo de reducir el nivel de grasa en cuerpo y evitar su acumulación.

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