La celulitis es un problema que afecta a muchas mujeres. Además, es un tema sobre el que hay muchas mentiras o falsos mitos que circulan de boca en boca y que se vienen creyendo desde hace muchos años. Aquí vamos a tratar de aclarar algunos de ellos para que elijas bien el tratamiento y no tengas problemas a la hora de conseguir resultados.
¿Qué crema anticelulitis es adecuada?
Siempre se habla de que un tipo de producto anticelulitis es mejor que otro. Sin embargo, esto no es exactamente así. La clave está en tipo de celulitis que se tenga. De este modo, la pauta a seguir es utilizar productos drenantes que incluyan activos como el castaño de Indias o el ruscus cuando se tienen piernas pesadas y la celulitis es incipiente.
Aquellas personas que tengan la celulitis en un primer estadio, la clave está en usar un producto integral con el fin de estimular la circulación a la vez que drene y ayude a quemar la grasa.
Para quienes tengan flacidez, lo que contribuye a aumentar el aspecto de la piel de naranja y de descolgamiento, lo mejor es emplear cremas con activos reafirmantes como la centella asiática, los péptidos o el DMAE.
En el caso de la celulitis rebelde, los productos que se empleen es preciso que contengan L-carnitina, guaraná o algas porque ayudan a que se destruyan hasta los nódulos más resistentes.
Frío o calor
Muchas de las cremas anticelulitis tienen efecto frío o calor. Y aquí también hay muchos falsos mitos, que facilitan que se comentan errores y no se consigan resultados. En este sentido, conviene saber que las cremas con efecto calor son más adecuadas para la celulitis incrustada porque se produce un aumento del flujo sanguíneo y de temperatura de la piel, lo que favorece una mayor recepción a los activos de las cremas.
Por su parte, el efecto frío es más indicado para aliviar la congestión y pesadez de las piernas porque producen una sensación refrescante al contener mentol o fórmulas ricas en agua que, al evaporarse, generan ese efecto.
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