Como siempre que comienza un año y tras los excesos de las navidades, siempre uno de los principales propósitos es hacer dieta. Y, como también es habitual que suceda, de vez en cuando se ponen de moda una serie de ellas porque corre la voz de que las famosas y celebrities las siguen para estar guapas. La última que aseguran que es la definitiva para adelgazar es la dieta nórdica. Su ventaja es que, a diferencia de muchas, es sana. O, al menos, eso parece. ¿En qué consiste?
Las pautas
La verdad es que siempre se tiende a pensar en los nórdicos como personas atractivas y delgadas. Unas características que varios estudios han relacionado con la dieta que se sigue en estos países a pesar que desde hace pocos años se ha producido algunos cambios alimentarios bastante rápidos para dejar atrás comidas muy calóricas y sustituirlas por otras más sanas.
La clave de esta dieta está en el consumo de pescado y en la ingesta de productos orgánicos y ecológicos. En concreto, con estas pautas alimentarias se ingieren muchas verduras de hoja verde como las espinacas o la col rizada, así como los diferentes tipos de coles.
También se pueden comer los vegetales de raíz como las zanahorias, patatas o remolachas, las legumbres, las bayas y frutos silvestres como frambuesas o moras, frutas como peras y manzanas, cereales integrales, lácteos desnatados y que también sean orgánicos y hierbas para utilizarlas como especias.
Junto a estos alimentos juegan un papel clave el pescado con variedades estrella como el arenque y el salmón, así como carnes incluyendo las de arce o reno, cuyo consumo es habitual en estos países.
Y, ¿cómo deben combinarse los alimentos? Muy sencillo. La clave está en que la carne y el pescado se deben consumir a menudo, pero en pequeñas cantidades, de manera que la base de la alimentación son las verduras, legumbres y frutas. Así, se ingieren pocas grasas y nada de aditivos o conservantes, lo que se traduce en pérdida de peso. Así de sencillo.