Tras días de excesos navideños, toca volver a seguir unas pautas de alimentación más normales, siendo un buen momento para empezar a cuidarse y a alimentarse correctamente a través de una dieta equilibrada, que redunde en beneficio de la salud y de la belleza. No hace falta recordar que la forma de comer tiene reflejo en el organismo a través de la piel, el peso corporal, celulitis… Pero, ¿cómo debe ser realmente una dieta equilibrada?
Las claves
La dieta equilibrada debe estar formada por hidratos de carbono, proteínas y vitaminas y minerales e, incluso, grasas. Sí, has leído bien. Y es que el cuerpo necesita de una cantidad mínima de grasas para funcione adecuadamente. Sin embargo, hay que elegir bien las que se ingieren porque no todas son igual de beneficiosas.
En concreto, las grasas deben suponer el 30% del consumo total de calorías que se va a hacer en un día, teniendo que tener cuidado en que no todas las que se tomen sean de origen animal, que son más dañinas para el sistema circulatorio. De este modo, es más recomendable tomar más vegetales como el aceite de oliva.
Los hidratos de carbono también deben formar parte de la dieta. En este caso, el porcentaje oscila entre el 50% y el 60% de las calorías diarias. Los alimentos más adecuados dentro de este grupo son los cereales, el pan y la pasta, siendo mejor que sean integrales al 100%. Igualmente, en este recuento porcentual se deben tener en cuenta las legumbres y las frutas y verduras.
El 15% o 20% restante que queda se debe destinar a las proteínas, que se encuentran en carnes y pescados, así como en los huevos. También son valorables las vegetales que se hallan en cereales como, por ejemplo, la quinoa –que ahora está tan de moda-, y algunas legumbres.
Y, por supuesto, no hay que olvidarse de vigilar que los alimentos que se tomen en estos porcentajes contengan vitaminas y minerales, siendo las fundamentales para el cuerpo las vitaminas A, B y C. En los minerales, los más relevantes son el calcio, hierro y sodio. Finalmente, hay que tomar agua procurando llegar a beber dos litros diarios.