Para optimizar el resultado del ejercicio físico es muy importante cuidar la alimentación, pero no sólo a lo largo del día, sino también antes, durante y después de hacer el deporte o actividad que se practica. ¿Cómo hay que cuidarse? Aquí te damos algunas claves.
Alimentos
La hidratación es fundamental durante las tres fases. Antes de comenzar el ejercicio es conveniente beber dos vasos de agua para estar hidratado, dejando pasar un tiempo de entre 15 y 20 minutos antes del inicio. Durante la actividad, también es clave que ir bebiendo cada 30 minutos aproximadamente, mientras que tras finalizar es necesario tomar otros dos vasos de agua o bien algún zumo. En función del esfuerzo puedes valorar una bebida energética, que quedan descartadas si quieres bajar de peso y adelgazar porque llevan azúcares, entre otros componentes.
Los hidratos de carbono igualmente están relacionados con el deporte. En este caso, es mejor consumirlos dos horas antes de comenzar la actividad. Además, si el ejercicio dura más de una hora también hay que ir reponiendo tomando alguna bebida isotónica o bien comiendo una barrita energética si es posible. Asimismo hay que hacer alguna ingesta, como muy tarde, media hora después de terminar la actividad deportiva.
Sin embargo, no es bueno tomar proteínas ni vitaminas ni minerales antes de hacer ejercicio para que la digestión no afecte a la actividad física y tampoco hay que consumirlos si el ejercicio no ha sido muy prolongado, más de una hora de duración, aunque sí hay que prestar atención al sodio y al potasio, que se pueden reponer con alguna bebida energética.
Por el contrario, al finalizar el ejercicio sí es bueno tomar algunas proteínas como frutos secos para reponer y ayudar a reparar el músculo. Entre los mejores, están los anarcardos.
Las vitaminas y minerales deben estar luego presentes en la dieta diaria, al igual que las proteínas a través de carnes o pescados y los carbohidratos, de manera que el resto del día se siga una alimentación equilibrada.