En estas fechas es muy habitual que muchas mujeres hayan comenzado una dieta o vayan a hacerlo dentro de la “operación bikini”. Y lo más normal es dejar de tomar azúcar, aunque sea difícil, para intentar bajar en la báscula. Y es que la ingesta de azúcar blanco refinado no es una buena opción si se quiere mantener la línea. Sin embargo, hay alternativas que pueden hacer la vida más dulce sin tener que sumar kilos y kilos de más. Eso sí, como todo, siempre el consumo moderado es la mejor elección porque algunos, aunque son más naturales, también tienen sus calorías.
Los productos
Una de las opciones que tienes es la stevia, que últimamente se ha puesto muy de moda. Este edulcorante se obtiene de una planta, a través de sus hojas, y tiene varias ventajas. En relación a la pérdida de peso, destaca el hecho de que no tiene calorías y que realmente endulza más que el azúcar blanco refinado. Además, es más natural que otros edulcorantes que realmente son solo meras composiciones químicas.
Tampoco tiene calorías el aspartamo que, al igual que la stevia, tiene un mayor poder edulcorante. No obstante, aquí hay que tener en cuenta que es totalmente artificial como es el caso de la más que famosa sacarina.
Dentro de las alternativas que son más naturales, pero que sí tienen algunas calorías, se pueden encontrar varias opciones. Una de ellas es el azúcar de abedul que se extrae del árbol del mismo nombre. Aunque tiene algunas calorías, pero alrededor de un 40% menos que el azúcar blanco refinado, lo cierto es que su índice glucémico es bajo, lo que permite que tenga un mejor comportamiento en el organismo.
También es popular el jarabe de arce, que se saca de ese árbol. Su consumo debe ser moderado porque sí tiene calorías, aunque como todos de los que estamos hablando engorda menos que el azúcar blanco refinado o el azúcar moreno.
Y, finalmente, hay que hablar de la panela. Quizá es uno de los menos conocidos, pero también puede ser de utilidad para cuando apetece tomar algo dulce. En este caso, el producto se extrae de la caña de azúcar sin refinar. Es por decirlo de algún modo como un azúcar moreno más natural porque no está tratado. Pero ojo porque también tiene calorías.