Si hay una época en la que mantener la figura es casi una misión imposible, esa es, sin duda, la Navidad. Desde mediados de Noviembre los supermercados se llenan de polvorones, turrones y otros dulces navideños, a lo que hay que añadir las comidas y cenas de empresa, las reuniones con los amigos, las comidas y cenas con la familia, y, como no, las cenas de Nochebuena y Nochevieja y las comidas de Navidad y Año Nuevo. Después de todo ello, mantener el mismo peso que cuando comenzamos las fiestas es un milagro.
Sin embargo, eso no significa que nos despreocupemos de nuestra figura y convirtamos las Navidades en una época en la que los kilos comienzan a acumularse de forma preocupante en nuestra figura.
Para ello, en lugar de ponernos a dieta durante las fiestas o inmediatamente después del día de Reyes, podemos cuidarnos ahora que comienza el mes de Diciembre y lograr que el impacto en nuestra figura sea mínimo.
Lo más importante es no tomarlo como una dieta estricta, ya que si adelgazas mucho antes de las fiestas y después comes mucho durante las mismas se producirá un gran efecto rebote, sino que se trata de comer de forma equilibrada. Evita comidas ricas en grasa y alimentos ricos en azúcar y prioriza las frutas y las verduras en tu dieta, lo cual, además de desintoxicar tu cuerpo te ayudará a mejorar el aspecto de tu piel, con lo cual llegarás a las fiestas absolutamente radiante.
No olvides beber mucha agua para hidratar tu piel y evitar la retención de líquidos y realizar al menos media hora de ejercicio físico al día para ayudar a tu cuerpo a controlar el peso. Esta rutina del ejercicio es aconsejable mantenerla durante las fiestas para así contrarrestar la ingesta de calorías.