Con la llegada del verano debemos tomar ciertas precauciones a la hora de utilizar productos de maquillaje, dado que por el calor, el sol y la sal del mar y el cloro nuestra piel puede reaccionar de manera diferente al resto del año. Por ello deberemos hacer algunos cambios en nuestro neceser para poder lucir un maquillaje veraniego favorecedor y que no irrite nuestra piel:
Rubor en crema: Tiene una textura ideal para las pieles bronceadas, sobre todo si eliges un tono rosado que sea natural, lo que dará un toque fresco y saludable a tu piel.
Polvos bronceadores: Un elemento básico que no debe faltar nunca, sobre todo al principio, cuando nos estamos bronceando y las bases y polvos translúcidos que utilizamos normalmente desentonan con el nuevo color de nuestra piel.
Corrector iluminador: Te sorprenderá el resultado cuando lo apliques sobre tu piel bronceada, ya que te ayuda a iluminar tu rostro de un modo muy natural.
Rimmel resistente al agua: Lo mejor es que lo uses sólo por la noche, porque de día en la playa o en la piscina no es le mejor complemento para tu maquillaje. Aplica varias capas para un resultado óptimo.
Sombras de ojos: En tonos rosas y anaranjados combinarán perfectamente con el bronceado de tu piel. Para el día utiliza colores suaves, nacarados, que den a tu rostro un toque natural y de noche puedes aplicar tonos más intensos de la misma gama, que den profundidad y magnetismo a tu mirada, sin olvidar delinear tus ojos en tonos azules o violetas.
Brillo de labios: Con él darás volumen a tus labios sin ocultar el tono bronceado de tu piel, consiguiendo dar el toque final a un maquillaje fresco y veraniego