El otoño es una época del año en la que es habitual que las personas se puedan sentir más cansadas o con una sensación de falta de energía, lo que ahora en estos días se acrecienta por el cambio horario que afecta al organismo. Normalmente, esta sensación se suele reducir y eliminar pasados unos días, aunque para hacerla más llevadera es posible tener que introducir cambios en la alimentación para sentirse más vital y más animada, redundando en la belleza, sin tener que recurrir a medicamentos o complejos vitamínicos.
Los alimentos
Cuando se habla de alimentación y salud y belleza, los frutos secos no pueden faltar nunca. En esta ocasión, los más aconsejables son las almendras, los anacardos y los cacahuetes porque son ricos en magnesio, lo que ayuda a la producción de serotonina, que está relacionada directamente con el ánimo y el bienestar.
Las semillas de calabaza son otra buena acción porque ayudan a paliar los efectos de la depresión al tener una importante presencia de ácido alfa-linolénico, que es un tipo de Omega 3 que es imprescindible para favorecer la comunicación entre las neuronas y el correcto funcionamiento del sistema nervioso.
También son de gran ayuda pescados como el salmón y las sardinas. La clave, en este caso, radica en que son unos excelentes antidepresivos naturales por su composición y propiedades.
Las legumbres igualmente no pueden faltar en este ranking, aunque en esta ocasión tenemos que hablar solo de los garbanzos, que son los responsables de aportar dosis extra al organismo de vitamina B6, que es la responsable de generar en el cuerpo la serotonina y la norepinefrina, que incluyen de forma directa en el estado de ánimo. Además esta vitamina tiene que vigilarse especialmente en las mujeres porque es habitual que muchas presenten déficits.
Otros alimentos que hay que poner en la cesta de la compra estos días son las setas porque su aporte de vitamina D y su aportación a fortalecer los músculos, así como los carbohidratos porque un nivel de ingesta muy bajo se vincula con estados anímicos en los que se aprecian síntomas parecidos a la depresión. Aunque se esté a dieta, una ingesta moderada se traduce en más bienestar sin asustarse al subirse luego a la báscula.