Sabemos que para conservar nuestra piel hidratada, eliminar toxinas y ayudar a evitar la retención del líquidos necesitamos beber, al menos litro y medio de agua al día, siempre dependiendo de nuestro estilo de vida y el clima en el que residamos. Sin embargo, muchas veces se hace cuesta arriba lograr a beber el agua, y llegamos a la noche habiendo tomado apenas dos vasos. Aquí te dejamos unos consejos para lograrlo:
– Ten siempre a mano una botella pequeña de agua o un vaso lleno para recordarte que debes beber.
– Bebe pequeños sorbos regularmente, aunque no tengas sed. Si tienes sensación de sed, bebe en ese momento, no lo dejes para después, ya que la sensación de sed te indica que tu cuerpo comienza a deshidratarse.
– Algunas personas prefieren beber agua fría. En ese caso, puedes conservar la botella en un envase térmico o meterla en el refrigerador, pero es conveniente que no esté demasiado fría y que la calientes un poco en la boca antes de tragarla.
– Cuando salgas de compras o a pasear, llévate siempre una botellita de agua. Si no quieres llevarla en la mano, puedes agenciarte una bolsita pequeña para cargarla con más comodidad. Mientras paseas o corres, recuerda beber agua poco a poco a intervalos regulares para facilitar la eliminación de las grasas que se movilizan con el ejercicio.
– Crea una rutina para beber agua, por ejemplo, cuando te tomes un descanso de cinco minutos en casa o en el trabajo, empieza y termina el descanso con un vaso de agua. De ese modo lo convertirás en un hábito sin apenas darte cuenta.
– Si el agua te resulta muy insípida, puedes añadirle unas gotas de zumo de limón o un poco de zumo de frutas del sabor que desees. De ese modo te resultará más gratificante beberla y tendrás el beneficio añadido de las vitaminas.