Sabemos que los cereales son muy beneficiosos para nuestro cuerpo, pero quizá no nos hemos dado cuenta de que lo son también, y mucho, para nuestra piel. Pero no sólo incluyéndolos en nuestra dieta, que es esencial, sobre todo si son integrales, sino también aplicándolos directamente sobre ella. Cereales como la avena, el trigo y el arroz aportan salud a nuestra piel, dándole un aspecto radiante.
La avena: Es quizá el cereal más utilizado en cosmética, principalmente porque tiene una gran capacidad para absorber las impurezas de nuestra piel, porque está formado por unas microesponjas naturales que la absorben. También contribuye a la hidratación de la piel, porque, una vez aplicada, forma una película protectora que retrasa la evaporación del agua, conservando ese agua sobre la superficie de nuestra piel. También ayuda a mantener el PH de la piel en sus valores naturales (5.5), con lo que mejora la piel seca y maltratada.
Germen de trigo: El germen de trigo es un potente antioxidante que retrasa el envejecimiento celular. También actúa como hidratante natural de la piel. Muchas mujeres toman una cucharada de germen de trigo al día, que les ayuda a tener una piel más bonita y saludable. Por otra parte, por su riqueza en oligoelementos y minerales, también contribuye al fortalecimiento de las uñas.
El arroz: Al igual que el germen de trigo, tiene un gran poder antioxidante, evitando que los radicales libres envejezcan nuestra piel. También tiene efecto astringente, por lo cual es un gran aliado de la piel grasa a la hora de eliminar el exceso de grasa. Y finalmente posee un gran poder hidratante, tanto que el agua de arroz es esencial a la hora de recuperar las pieles secas, y la cáscara de arroz es un estupendo exfoliante.