Espalda tonificada


A veces, nos olvidamos de una zona muy importante de nuestro cuerpo que forma parte de nuestra belleza natural: la espalda. Tu espalda puede convertirse en un lugar muy atractivo de tu cuerpo si sabes lucirla lo suficientemente erguida y con una ropa que le saque el partido que se merece. Existen muchos ejercicios para la espalda que te ayudarán a tonificarla. Ese es el primer paso que debes realizar.

Uno de los ejercicios más básicos que puedes realizar es el siguiente:
– Inclínate hacia delante desde la cintura con la espalda recta y las piernas ligeramente flexionadas. Sostén unas mancuernas con las manos colgando. Extiende tus brazos lentamente hacia los lados en la misma posición.
– Asegúrese de que las pesas no son demasiado pesadas. Haz una pausa y luego baja a la posición inicial. Repite el ejercicio entre 10 y 15 veces. Este ejercicio de un garantizará una hermosa espalda tonificada si lo realizas de forma regular.

Si tienes el cabello largo, lávalo perfectamente a diario. El pelo. Al entrar en contacto directo con la espalda puede transferir suciedad causando el nacimiento de algunas espinillas. Si te salieran las incómodas espinillas, prueba a secarlas con pasta de dientes. Asegúrate de que tu pelo, no está en contacto con ella durante mucho tiempo.

Recuerda que recibir regularmente masajes te permitirá mantener tu espalda libre de algunos dolores provenientes de la postura. Si notas el nacimiento de alguna incómoda mancha en la piel, aplícate en la zona manzanilla. Humedece un algodón y aplícala en el acto. Deja que sea absorbida por la piel. No utilices crema hidratante mientras estés aplicándote la manzanilla.

Consejos para lucir una espalda bella


Si hay una parte del cuerpo a la que podemos considerar la “gran olvidada” es la espalda. Pocas veces nos acordamos de ella a la hora de realizar tratamientos de belleza, peelings u otros cuidados de la piel. Y es en verano, cuando utilizamos bikini, bañador y ropa muy escotada, cuando nos damos cuenta del lamentable estado en el que se encuentra la piel de la espalda tras los meses de invierno. Pero es indudable que una espalda bella resulta muy atractiva.

Si tienes muchos granitos o espinillas, esto significa que se han acumulado capas de células muertas y suciedad en los poros de la piel de la espalda. Para eliminarlas, nada como realizarte una exfoliación natural hecha con una mezcla de tres cucharadas de azúcar con agua tibia. Debes pedirle a alguien que te extienda la mezcla por la zona de la espalda mientras la frota, de forma que se elimine todo lo que la piel no necesita. Este proceso debe durar diez minutos, al cabo de los cuales se debe aclarar la espalda con agua fría para cerrar los poros y evitar que aparezcan irritaciones.

Si la piel de tu espalda tiene mucha grasa, nada mejor que aplicar sobre la piel un poco de agua mezclada con unas gotas de zumo de limón, lo que ayudará a eliminar el exceso de grasa. Después de aplicarte el agua no te aclares la espalda, pero evita la exposición al sol para que no te aparezcan manchas. También debes cuidar tu dieta, evitando los alimentos que tengan un exceso de grasa, y aumentando el consumo de frutas y verduras.

Finalmente, para mantener una espalda bella todo el año, lo mejor es, en la ducha, realizar un suave masaje con un cepillo para la espalda a diario. De este modo tu espalda estará bella y suave y podrás lucirla sin complejos.

Tener una espalda envidiable todo el año


Nos preocupamos de la piel del rostro, de las manos, de los muslos, el vientre y los glúteos, pero muchas veces se nos olvida esa zona del cuerpo que no vemos y dejamos de prestarle atención, sobre todo porque es difícil acceder a ella, por lo que, sin darnos cuenta, dejamos de lado la vitalidad y la belleza de nuestra espalda.

Normalmente nos acordamos de ella cuando aparecen las contracturas y dolores o cuando queremos lucir un bonito vestido con la espalda al aire y nos damos cuenta de que apenas la hemos cuidado. Para que esto no te vuelva a ocurrir, te dejamos unos consejos para que luzcas una espalda envidiable:

– En la ducha diaria, deja que el agua fluya suavemente durante unos minutos por tu espalda y, mientras lo hace, cierra los ojos e imagina que el agua se lleva todas tus tensiones y tus músculos se relajan profundamente.

– Si vas al gimnasio o practicas yoga, no olvides estirar los músculos dorsales y relajar los hombros y el cuello.

– Cómprate un cepillo exfoliante de mango largo para cepillarte diariamente la espalda bajo la ducha y quitar las células muertas.

– Apúntate a una o dos sesiones de masajes al mes, lo que mantendrá los músculos de tu espalda en buen estado. Puedes encontar ofertas que no encarezcan mucho tu presupuesto, pero siempre poniéndote en manos de profesionales.

– Si tienes que levantar algo pesado, dobla las piernas para llegar a él, manteniendo la espalda recta, ya que si doblas la espalda para ocgerlo puedes provocarte desgarros o calambres.

– Cuando te apliques crema hidratante, hazlo también en la espalda. Con un poco de habilidad puedes alcanzar toda la superficie y, si no, es la excusa perfecta para que alguien lo haga por ti y te mime un poco.

Corregir la postura para estar más guapas


La postura natural de tu cuerpo tiene tres curvas que forman una especie de “S”. La primera curva es la del cuello, la segunda es la curva que llega hasta la mitad de la espalda y la tercera es la que llega hasta tu trasero. Estar mucho tiempo sentado o de pie, caminar pisando mal y realizar otras actividades físicas con una posición incorrecta, conducen a una mala postura. Este problema, puede ser la raíz de diferentes condiciones médicas no deseadas.

Tu belleza, también depende de tu postura, por lo que debes empezar a pensar en cómo tienes que corregir dicha postura. Cuando te sientas en una silla, debes mantener tu espalda recta, el pecho hacia arriba y hacia afuera y tu barriga debe estar completamente hacia adentro. Si no estás acostumbrada, deberás pararte a sentar en tu postura una vez te hayas sentado, hasta que consigas que te salga de forma natural. Asegúrate de que ejerces una presión mínima en los huesos y en los músculos.

Para ir acostumbrándote, puedes realizar algunos ejercicios:
– De pie
Cabeza y hombros rectos. Levanta ambas manos hacia arriba. Los brazos deben estar junto a tus oídos. Dobla los brazos de manera que las palmas de las manos toquen las “paletillas” de los hombros. Permanece en esta posición durante un minuto. Realiza este ejercicio 10 veces al día.
– Sentada
Siéntate en una silla con los pies perfectamente colocados en el suelo. Espera y relájate durante un par de segundos. Cuando estés a gusto, coloca las palmas de tus manos sobre tus muslos. Ahora mueve los hombros hacia atrás. Aprieta los omóplatos. Permanece en esta posición durante unos segundos.

Automasaje para el dolor de espalda


Muchas veces tenemos la espalda dolorida y llena de tensión, pero no siempre tenemos al lado a alguien que pueda o sepa darnos un masaje para aliviarnos el dolor. Para estos casos podemos utilizar el automasaje de espalda, que es más sencillo de lo que parece, ya que nos lo daremos en la planta del pie. No debemos olvidar que en la planta del pie están reflejadas todas las zonas de nuestro cuerpo, con lo cual bastará masajear la zona correspondiente a la espalda en la planta del pie y habremos conseguido el efecto deseado.

Para ello, debemos ver la planta del pie como una representación de la columna vertebral, en la que las cervicales estarían situadas en la zona de los dedos, las dorsales en la zona del metatarso, las vértebras lumbares en el arco del pie y la zona del coxis en el talón.

Lo primero, debemos sentarnos cómodamente y apoyar un pie sobre el muslo opuesto, para poder manipularlo con facilidad. Sujetaremos el pie con una mano y con la otra, colocaremos el pulgar sobre la punta del dedo gordo del pie.

Haciendo pequeños movimientos en espiral deslizaremos el pulgar desde la punta del dedo gordo hasta el talón, movimiento que haremos lentamente, masajeando toda la zona. Los puntos dolorosos que encontremos en la planta del pie corresponden a zonas dolorosas de la espalda, por lo que nos detendremos durante unos diez segundos en dichos puntos masajeándolos con pequeños movimientos circulares hasta que notemos que el dolor se reduce o desaparece.

Una vez lleguemos al talón, deslizaremos el pulgar de nuevo hasta la punta del dedo gordo.

Repetiremos otra vez todo el masaje anterior y después pasaremos al otro pie, donde realizaremos todos los movimientos anteriores también dos veces.

Remedios caseros para el dolor de espalda


La mayoría de nosotras desarrollamos nuestra profesión sentadas, y normalmente pasando muchas horas delante del ordenador, lo que hace que se nos sobrecarguen la espalda y los hombros, produciéndonos molestias y dolores que, si no son tratados a tiempo, pueden volverse crónicos.

Por supuesto, una de las medidas de prevención más importante es mantener una postura correcta en la silla o al estar de pie, pero aquí te vamos a dar otros remedios caseros para aliviar tu dolorida espalda:

Masajes con alcohol de romero. Este alcohol lo puedes comprar ya hecho o puedes fabricarte uno metiendo dos ramas de romero en un litro de alcohol de friegas que encontrarás una semana. Déjalo macerarse durante una semana y después masajéate con él la zona dolorida o, mejor aún, pide a alguien que lo haga. Este alcohol tiene la propiedad de calentar los músculos, con lo que los relaja y hace desaparecer la tensión.

– Cuando te duches, aplica el chorro de agua caliente en la zona dolorida. Notarás un alivio inmediato y te sentirás mejor.

Aceite esencial de espliego o mejorana: Utilízalo para hacer fricciones sobre la zona dolorida y obtendrás un alivio automático.

Alterna frío y calor: Envuelve unos cubitos de hielo en una toalla y ponla sobre la zona que te duele. Deja el hielo durante veinte minutos y retíralo. Hazlo varias veces al día durante dos días y después pasa al calor. Empapa una toalla con agua caliente y aplícala sobre la zona durante veinte minutos.

Masaje con pelotas de tenis: Llena un calcetín de pelotas de tenis y pídele a alguien te dé un masaje en la espalda haciendo rodar el calcetín arriba y abajo.

Recuerda que la prevención es lo más importante. Ejercicios como yoga o pilates te ayudarán a mantener una espalda sana.