La celulitis no es solo un problema que afecta a las personas con sobrepeso u obesas. También hay mujeres muy delgadas que tienen y que, sobre todo, se concentra en las popularmente llamadas cartucheras. Para evitar que la grasa se acumule en esas zonas, es importante seguir tratamientos adecuados y una buena alimentación, que es la clave de todo. No sirve de nada dar cremas o ir a centros de estética si no se come adecuadamente y se evita que aparezca o que, una vez eliminada, vuelva a instalarse.
Las principales claves
La dieta para evitar las cartucheras debe ser rica y variada. La pauta general a seguir es tomar tres raciones diarias de verdura y entre dos y tres de fruta fresca. Por ejemplo, por la mañana es bueno tomar kiwi, piña, sandía, fresas o ciruelas para evitar la retención de líquidos. En cuanto a las verduras, entre las más indicadas están el apio, el puerro, el brócoli y la alcachofa.
Los carbohidratos deben reducirse. Es decir, hay que ingerir poca cantidad de pan, pasta y cereales. Por supuesto, hay que olvidarse de la bollería industrial y limitar todo lo que sea posible la que es casera o elaboradora en casa y la toma de azúcar.
El consumo de grasas debe moderarse, aunque nunca debe eliminarse por completo. Hay que tener en cuenta que solo se tienen que tomar grasas buenas como las que se encuentran en los frutos secos, el aceite de oliva o el aguacate. Los fritos están totalmente descartados de la dieta.
Las proteínas son fundamentales en la dieta. El pescado y las carnes blancas –como el pollo y el pavo-, así como las magras son excelentes elecciones. También se pueden tomar legumbres.
Líquidos
Todas estas pautas de alimentación se tienen que acompañar de beber dos litros de agua al día, siendo posible tomar también caldos preparados en casa con poca sal y grasas. Las infusiones son otra buena alternativa, sobre todo, para ayudar a quemar las acumulaciones de grasa, así como para evitar la retención de líquidos. ¿Cuáles son las más beneficiosas? Entre las más recomendables están el té verde, la cola de caballo y el diente de león.