En más de una ocasión hemos hablado de los alimentos que tienen beneficios para la salud y la belleza y que ayudan a prevenir, por su composición, el envejecimiento y otros problemas de la piel. Pero, ¿qué sucede con aquellos que la envejecen? Quizá son menos conocidos, aunque están muy presentes en la dieta y en los lineales de los supermercados. Aquí tienes una lista para que los tengas en cuenta y cuides con su consumo.
Los alimentos
Algunos de ellos son muy conocidos como sucede con el alcohol, que realmente es muy dañino para la piel porque la deshidrata, mientras que otros no lo son tanto porque se utilizan sus componentes incluso en cosmética. Hablamos, por ejemplo, del café, que se usa en muchas cremas anticelulíticas, pero que ingerido de forma habitual y en dosis elevadas –más de dos tazas al día-, tiene un efecto muy negativo porque también deshidrata la piel y favorece la aparición de arrugas.
La sal tampoco es una buena aliada porque su consumo propicia que se produzca menos colágeno y la piel pierda su tersura, pasando a apreciarse signos de flacidez, además de perder luminosidad. Así, mejor hacer una ingesta moderada.
El azúcar forma parte de esta lista de alimentos porque también favorece el envejecimiento de la piel por su comportamiento en la sangre. Cuidado con su consumo, al igual que las bebidas azucaradas y los refrescos.
Mucho ojo con los conservantes que se utilizan en las carnes en, por ejemplo, productos como los fiambres, salchichas, hamburguesas…, que también aceleran el envejecimiento, aparte de propiciar la aparición de rojeces. Atención hay que prestar al picante, sobre todo, si se tiene la piel sensible porque se aumentan las posibilidades de que empiecen a verse zonas rojas en el rostro, que no son nada favorecedoras.
Finalmente, hay que prestar atención a las carnes rojas porque tienen una proteína que también activa el envejecimiento de la piel, y a los carbohidratos simples, es decir, aquellos que tienen harinas refinadas porque dificultan la producción de colágeno y elastina. Por supuesto, no nos olvidamos de las grasas trans, que son las grasas malas que se encuentran en comidas procesadas y que hacen que la piel pierda tersura.