Los aceites esenciales cada vez se van abriendo paso en el mundo de la belleza y de la cosmética. La verdad es que no son productos nuevos, pero ahora se ponen más en valor porque se han desterrado muchos falsos mitos como que engrasan la piel. Un motivo por el que se consideran que no son tan beneficiosos para la dermis. Sin embargo, es un gran error tener este pensamiento. De hecho, tienen muchas propiedades, que contribuyen a tener una piel más suave, notándose como la seda al tacto. Además, la ventaja es que hay diferentes tipos de aceites para usarlos según la piel que se tenga. Y, ¿cuál usar? Aquí te damos algunas pautas.
Pieles secas o sensibles
Las personas que tienen la piel seca o sensible pueden utilizar todos los aceites que contienen extractos vegetales. En este grupo entran todos aquellos como el aceite de argán, chía o rosa mosqueta.
La clave está en que contienen ácidos grasos esenciales y vitaminas, que dan un poder regenerador y antiedad, aparte de proporcionar una sensación reconfortante. Además, son ideales para esta época del año.
El resto de pieles pueden utilizar todo tipo de aceites, aunque quizá hay que tener algo de cuidado con las pieles mixtas o grasas. En estos casos, es mejor optar por aceites secos.
Efecto reductor
Los aceites esenciales también se pueden emplear con efecto reductor. Este grupo está formado por los de ciprés, abedul o romero, que activan la circulación y tienen efecto drenante. Cualquiera es una buena opción para reducir unos centímetros del contorno.
Multiusos
Finalmente, también tenemos que hablar de los aceites multiusos. El mejor dentro de este grupo es el aceite de monoi, que es una mezcla de la flor de tiaré y aceite de coco.
Es un producto que se puede emplear tanto en el cuerpo como en el cabello, ya que tiene un gran poder de hidratación. Además, su ventaja es que es un producto muy veraniego y que recuerda siempre a los días de vacaciones en la playa.
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