Las varices es un problema que afecta a muchas mujeres a lo largo de su vida por diferentes motivos que van desde los cambios hormonales y los embarazos a problemas circulatorios o malos hábitos de salud, entre otros factores. Para eliminarlas, se realizan diferentes tratamientos, aunque no siempre se pueden tratar todas ni se consigue su desaparición al 100%. Un motivo por el que es fundamental tomar medidas desde el principio, aunque siempre lo mejor es prevenirlas.
Consejos
Sea cual sea el motivo por el que aparecen las varices, lo cierto es que hay una serie de pautas que se pueden adoptar con independencia de la causa. Una de ellas y, además, de las más importantes es la alimentación. Es fundamental llevar una dieta equilibrada, tomar pocas grasas y con poca sal añadida, aparte de ingerir todos aquellos alimentos que son ricos en potasio, llevan fibra y son una excelente fuente de vitamina C y de E.
Otra de las claves para prevenirlas y tratarlas en su fase incipiente es el ejercicio físico. Hay que moverse todo lo que se pueda y, principalmente, caminar a diario, que es lo mejor que se puede hacer en estos casos.
El calzado es otro de los puntos a los que se tiene que prestar atención, siendo vital no abusar de los tacones, pero tampoco llevar un calzado totalmente plano. La recomendación es que se lleven zapatos o sandalias con un tacón de unos tres o cuatro centímetros.
Las medias de compresión también son muy útiles tanto para prevención como para las primeras varices que aparecen. Además, la ventaja es que ahora hay incluso pantys de este tipo que se pueden llevar en verano.
Y, otro último consejo, es no exponer las piernas a un calor intenso ni bañarse o ducharse con agua muy caliente. Es mejor el agua fría para que las venas no se dilaten. Para lograr un mayor bienestar, se pueden utilizar geles fríos.