Las estrías, al igual que la celulitis, son muy difíciles de eliminar una vez que aparecen en nuestra piel. Los embarazos y los cambios bruscos de peso son la principal causa de la aparición de las mismas, y a veces en tal grado y con tal profundidad que nos pueden acomplejar, impidiéndonos lucir la ropa que nos gusta.
Sin embargo, como en tantos otros problemas de nuestra piel, tenemos en el láser el aliado perfecto para librarnos de ellas, sobre todo de las más profundas y marcadas, que son aquellas que presentan un color blanquecino. Aparte del láser tenemos otros tratamientos para combatirlas.
– Microdermoabrasión: Mediante este tratamiento se eliminan las capas exteriores de la piel, volviéndola más elástica y flexible, evitando así la reaparición de las estrías. Si nos decidimos por este tratamiento, además de reducir y eliminar las estrías menos profundas tendremos una piel más suave y uniforme, ya que el tratamiento también es capaz de eliminar pequeñas manchas de la piel.
– Peeling: Con este tratamiento se desescama poco a poco la piel y se puede aplicar en todas las zonas en las que tengamos estrías, como muslos, abdomen, pecho y brazos.
– Láser: Es el preferido de muchos dermatólogos y muchos opinan que es el mejor para las estrías. El láser penetra con profundidad en la piel, activando la producción de colágeno y, con ello, aumentando la elasticidad de la piel. Para eliminar completamente las estrías se suelen necesitar varias sesiones, complementadas con algún tratamiento de colágeno.
– Decoración vascular: sirve para tratar el mal funcionamiento del sistema de retorno venoso, lo que se traduce en retención de líquidos y otros trastornos que pueden provocar estrías. Con este tratamiento lograremos mitigarlas en gran medida.