Seguramente, con la vuelta de las vacaciones, habrás cogido algún kilo de más. Y bajarlo no es siempre fácil porque no suelen desaparecer con tan solo volver a la rutina diaria. Es necesario cuidar bien la alimentación y, sobre todo, las cenas, que es donde habitualmente está el principal problema porque todo lo que se come, ya no da tiempo de quemarlo antes de irse a dormir. Para que esto no suceda y conseguir bajar de peso, estas pautas ayudarán a preparar la cena perfecta.
Qué tomar
La cena es el momento perfecto para tomar un poco de pescado, ya que es ligero, muy digestivo, es bajo en grasas –siempre que se cocine a la plancha, al horno o hervido-, y suele tener pocas calorías.
No obstante, si se prefiere tomar carne, también es posible. Pero habrá que optar por una pequeña porción de carnes blancas como la de pollo o pavo, que esté cocinada a la plancha.
Si es mucha cena porque se está habituado a menores cantidades, una buena alternativa es un huevo cocido o bien preparado en tortilla francesa.
En el plato también se deben poner verduras hervidas o en puré porque son más digestivas que las ensaladas, sobre todo, cuando se preparan con lechuga que no es fácil de digerir, además de no ser de gran ayuda para adelgazar a pesar de sus escasas calorías porque hincha el abdomen.
Y todo ello es recomendable que se acompañe de una pequeña cantidad de carbohidratos complejos a través de cereales, legumbres, semillas o arroz integral, cuyo consumo debe limitarse a dos noches a la semana.
Postre
Cuando se quiere bajar de peso no es bueno tomar postre después de las comidas. Sin embargo, si no se es capaz de prescindir de ello, la mejor opción es el yogur desnatado o bien tomar una pieza de fruta con piel como, por ejemplo, la manzana.
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