El mar nos proporciona gran cantidad de sustancias que nos ayudan a conservar nuestra juventud y a mejorar nuestra piel. Las algas, las sales marinas o el caviar son ya bien conocidas en la industria cosmética, y a estas se ha añadido otra sustancia que, entre sus propiedades, cuenta con la capacidad de activar la regeneración celular, de exfoliar la piel y de aclarar las manchas, entre otros muchos usos. Esta sustancia es el nácar.
El nácar es una sustancia biomineral que generan los moluscos marinos que sirve, entre otras funciones, para regenerar las partes dañadas de sus conchas. En la industria cosmética se utiliza el polvo de nácar, al que se le pueden dar multitud de aplicaciones:
– Atenúa y elimina las cicatrices en la piel causadas por cortes, quemaduras, varicela, acné, o espinillas.
– Mantiene la piel suave, tersa, elástica, hidratada y joven, sobre todo gracias a sus propiedades exfoliantes. Además, el nácar penetra profundamente, actuando desde las capas más profundas de la dermis.
– Blanquea la piel, sustituyendo las células cargadas de melanina por otras nuevas, atenuando las manchas del sol.
– Protege de factores ambientales como el frío, la contaminación, el calor, el aire, etc.
– Durante el embarazo sirve para evitar que aparezcan las manchas que tienen su origen en los cambios hormonales que ocurren en este periodo.
Puedes encontrar el polvo de nácar en cremas específicas para despigmentar y reestructurar la piel. Cuando utilices este tipo de cremas, es imprescindible lavar bien el rostro antes de aplicarla, y repetir la aplicación tres veces al día.