Solución

El pelo puede caerse por diversas causas como problemas hormonales, una mala alimentación, dietas demasiado estrictas, estrés… Son casos en los que hay que solucionar el problema con la ayuda de profesionales.

De hecho, con independencia de cuál sea el motivo que origine la causa, se debe acudir al dermatólogo o a un tricólogo para que prescriba un tratamiento a medida de la persona.

De todos modos, podemos hablar de algunos tratamientos que funcionan bastante bien como la mesoterapia, los que emplean la coenzima Q10, el láser o la estimulación capilar, entre otros.

En casa

En casa también se pueden seguir una serie de pautas como las lociones o ampollas anticaída, que suelen utilizarse a diario. Además, también es conveniente emplear champús y acondicionadores específicos para estos casos y que complementen los otros productos.

Conviene también tener en cuenta la causa que origina la caída del cabello para elegir los más adecuados. Por ejemplo, la cafeína, la ortiga y el ginseng mejoran la microcirculación.

Cuando la caída se produce por causas hormonales, la clave está en el minoxidio, que estimula las raíces para que el cabello nazca con más vigor y fuerza.

También puede estar aconsejado reforzar las vitaminas y minerales. Las principales son las vitaminas del grupo B, E y biotina, mientras que en los minerales no puede faltar el hiero, silicio o zinc, ya que ayudan a reforzar la fibra capilar.

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Vitaminas

Uno de los tratamientos que se puede aplicar es la inyección de vitaminas en la piel a través de mesoterapia. La técnica consiste en microinyecciones de péptidos, vitaminas y ácido hialurónico en la zona de la cara que se quiere tratar o regenerar.

Láser

El láser es, en general, el sistema más indicado para eliminar el lentigo o pequeñas manchas que suelen aparecer en la cara, escote o las manos por causa del sol. En este caso, se puede emplear el láser o las sesiones de luz pulsada.

También son tratamientos que es posible utilizar cuando las manchas están vinculadas con las hormonas o con el melasma en la zona de las mejillas, labios o frente. No obstante, otra alternativa son las cremas despigmentantes -algunas de ellas se combinan con el láser en aquellas manchas más rebeldes-, o bien con mascarillas.

Radiofrecuencia

Este sistema igualmente es útil para acabar con los daños del sol. Además, tiene efectos positivos porque se logra un efecto tensor en la piel, que es muy sutil y favorecedor. Aparte, se nota la piel más luminosa.

Crioterapia

Y del calor de la radiofrecuencia pasamos al frío de la crioterapia. Una técnica que consiste precisamente en aplicar frío localizado. Es un sistema con el que se eliminan lunares precancerosos como las queratosis actínicas, que suelen aparecer en la cara. No obstante, en el caso de este tipo de lunares siempre es importante consultar con un especialista para elegir el tratamiento más adecuado antes de someterse a él.

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Triptófano

Bajo este nombre, se esconde en realidad un aminoácido. Su papel principal es hacer que el cerebro potencie su producción de químicos para sentirnos mejor. Este componente se encuentra en alimentos como el pollo, los frutos secos, semillas de chía, plátano, queso leche soja o avena.

Proteínas

Las proteínas son también fundamentales en la dieta. El motivo no es otro más que ayudan a aumentar los niveles de dopamina y noradrenalina, que incrementan la energía mental y mantienen la ansiedad bajo control. En este caso, debes incorporar a tu dieta las carnes, así como otros alimentos entre los que destacan el yogur griego, el huevo, las lentejas, los frutos secos o la soja.

Vitamina B

La ansiedad a su vez se controla aumentando la ingesta de vitamina B. La clave está en que hay muchos estudios que establecen una relación directa entre el estado anímico y el nivel de esta vitamina en el organismo.

De esta manera, un déficit se asocia con un estado depresivo. Para evitar esa sensación y controlar la ansiedad motivada por un estado de tristeza, los mejores alimentos son el pollo y carne de vaca, así como vegetales verdes, huevos, frutos secos, aguacate, legumbres, arroz y cítricos.

Omega 3

Muchos estudios avalan que el consumo de Omega 3 está relacionado con el buen humor, contribuyendo así a reducir la ansiedad. Se encuentra en cantidades importantes en productos como el salmón, el atún, las anchoas, el arenque o las sardinas.

Carbohidratos complejos

Este componente ayuda aumentar la producción de serotonina, que es también otra de las sustancias que contribuye al bienestar mental. Además, como son de lenta asimilación, se evitan los picos de azúcar y los bajones anímicos. Principalmente, se encuentra en el trigo y en el arroz integral.

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Las claves

Una de las principales claves es beber dos litros de agua al día. Siempre se habla de su importancia, no solo en términos de belleza, pero habitualmente no se hace. Sin embargo, es fundamental que la piel esté muy bien hidratada y que se eliminen las toxinas del cuerpo.

La dieta es igualmente fundamental porque hay estudios que demuestran una relación directa entre lo que se come y el envejecimiento. Lo más beneficioso es que sea sana y equilibrada, primando la ingesta de frutas y verduras y dejando a un lado todas las grasas malas, bebidas azucaradas, bollerías, la llamada “comida basura”…

A la hora de velar por la alimentación, no hay que perder de vista además que se tienen que tomar una serie de vitaminas que se aportan al organismo a través de los alimentos y que son esenciales para plantarle cara a las arrugas. Se trata de la vitamina C, que está presente, por ejemplo, en el kiwi o el brócoli, así como la vitamina E, que se halla en verduras de hoja verde y frutos secos, entre otras opciones. La ingesta también debe comprender ácidos grasos Omega 3, que están en el pescado azul.

Con estas buenas pautas de alimentación se conseguirá a su vez mantener el peso y, sobre todo, no experimentar cambios bruscos o los tan nocivos efectos yo-yo, que solo propician que la piel pierda elasticidad y su capacidad de recuperar su tono, redundando a su vez en una pérdida de firmeza.

Otro mal hábito que igualmente hay que desterrar del día a día es fumar porque los cigarrillos tienen toxinas que afectan a la piel y está demostrado que la dermis de una persona fumadora se arruga antes. Además, es un cutis más propenso a tener más problemas o imperfecciones como las manchas.

Y, finalmente, hay que velar por el descanso. Aparte de tener un sueño de calidad, hay que vigilar la postura en la que se duerme. Lo mejor es hacerlo boca arriba, puesto que las posturas laterales hacen que la piel del rostro se vea afectada por microtraumatismos que comienzan a reflejarse en líneas y marcas que se observan al levantarse y que, con el tiempo, son las arrugas.

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Las vitaminas

La piel, para paliar los efectos nocivos de la radiación solar, necesita una serie de vitaminas y antioxidantes dentro de los que se encuentran el betacaroteno, así como la vitamina C y la vitamina E, que contrarrestan los radicales libres del sol. Además, tampoco pueden faltar los ácidos grasos omega 3 que ayudan a mantener su óptimo nivel de hidratación.

Además de los alimentos que son más conocidos y que siempre se relacionan con el sol como es el caso de las zanahorias, pescados azules y frutos secos, hay otra serie de productos alimentarios que son ricos en las vitaminas que la piel precisa para estar protegida de los rayos solares.

Uno de ellos es el aguacate, que tiene altos niveles de vitaminas C y E, siendo de gran ayuda para que la piel esté hidratada y también para prevenir la degeneración celular de la dermis, de manera que se retarda el envejecimiento cutáneo.

Igualmente es muy recomendable tomar sésamo porque su aceite contiene antioxidantes como, por ejemplo, la sesamina y la sesamolina, así como ácidos grasos esenciales como el ácido linoleico, siendo todos ellos nutrientes que cuidan la piel desde dentro.

La tirosina que se encuentra en la avena tampoco puede faltar en este listado. Este cereal, aunque habitualmente siempre se relaciona con las dietas, lo cierto es que también tiene propiedades interesantes para cuidar la piel, al igual que las legumbres que contienen el mismo aminoácido que la avena. Sus beneficios se centran en intervenir en la formación de melanina, que es fundamental para el bronceado.

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El listado

Las vitaminas son clave para la piel con el fin de prevenir el envejecimiento y hacer frente a la flacidez que va a apareciendo con el paso de los años. Todas ellas son, realmente, igual de importantes, pero, por comenzar con alguna, vamos a hablar de la vitamina A.

Sus propiedades beneficiosas se centran en que estimula la producción de elastina y colágeno, que son dos proteínas encargadas de aportar la firmeza a la piel. Esta vitamina se encuentra, por ejemplo, en alimentos como la zanahoria o los albaricoques secos.

En la dieta tampoco pueden faltar los alimentos ricos en vitamina C, que se halla en el limón, naranja, kiwi o las grosellas negras, entre otros. En este caso, la importancia de su ingesta radica en que ayuda a mejorar la elasticidad de la piel.

Y, finalmente, tampoco se puede olvidar el papel que juega la vitamina E, ya que es fundamental para retrasar el envejecimiento de la piel. Entre los productos que la contienen figuran, por ejemplo, frutos secos como las avellanas o las almendras. También las pipas de girasol son ricas en esta vitamina.

Además, aparte de tomarlas en los alimentos, son vitaminas que se pueden tener en cuenta a la hora de comprar cremas y otros productos de belleza como las mascarillas para ayudar a la piel a que esté firme desde dentro y también desde fuera.

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Los nutrientes

Uno de los más conocidos es la cafeína, que no solo sirve para mantener la mente más despierta o para reducir las grasas localizadas, sino que es de gran utilidad para el cabello, ya que fortalece el pelo fino y débil, aparte de aportarle vigor y recuperar la fuerza que ha perdido con los años.

Además, también es importante la vitamina B5 porque permite sintetizar el hierro y que pueda ser absorbido bien por el cuerpo, facilitando que el pelo siga su ciclo de crecimiento natural de crecimiento y caída. Este nutriente, por ejemplo, se encuentra en las levaduras y el brócoli.

Y, precisamente, en la lista tiene que incluirse el hierro, que es muy útil para ayudar a prevenir y minimizar la pérdida de pelo. Este mineral se puede encontrar en muchos productos como en los filetes de ternera o lentejas, aunque una fuente muy rica son también las almejas.

Otro mineral que permite hacer frente a la caída del pelo es el zinc porque su acción se centra en regenerar el cabello y fomentar su crecimiento. Por ejemplo, se puede ingerir a través de onzas de chocolate negro.

Finalmente, está la quinina, cuyo poder se basa en que se activa la circulación del cuero cabelludo, lo que a su vez redunda en un mejor agarre del pelo y se evita que se caiga de forma prematura. Este nutriente se encuentra en productos como la tónica, entre otros.

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Las vitaminas

Realmente no hay que meterse en una elaboración complicada, simplemente es necesario introducir una serie de alimentos en la dieta diaria para que el organismo tenga esa dosis de vitaminas que precisa y redunde en un mayor bienestar y en una mejor piel. Sin embargo, si prefieres tomar cápsulas, las cantidades son clave. Saber cuánto se ingiere es especialmente importante porque algunas de las vitaminas pueden producir consecuencias y efectos negativos si hay un exceso en el organismo.

En esta lista no pueden faltar los frutos secos por contener vitaminas B1, B9 y E, que son fundamentales para evitar y retardar el envejecimiento de la piel. La cantidad normal que hay que tomar es de 1,1 mg en el caso de la B1 y de 400 microgramos de B9.

Las frutas son sinónimos de vitaminas. Entre ellas están los frutos rojos de los que en más de una ocasión hemos hablado de su poder antioxidante. Cualquiera de ellos son ricos en C y E, siendo recomendable tomar 75 mg y 15 mg, respectivamente.

Otro de los alimentos imprescindibles es el aguacate, que también tiene importantes propiedades antioxidantes, aunque quizá se le conozca menos por ellas. En cuanto a vitaminas, es fuente de A, B12, C, E, K, B9 y ácido fólico. Las cantidades aconsejables son 700 mg de vitamina A y 90 mg de K.

El yogur es fundamental al hablar de belleza. Es rico en vitamina B2, B12 y D. Y, ¿cuánto hay que tomar? De B2, es recomendable 1,1 mg, mientras que de vitamina D hay que tomar 15 mg.

Dentro de las proteínas, las más aconsejables son las que proceden del pescado azul por su contenido en B2 y D, siendo convenientes las mismas cantidades de las que ya hemos hablado: 11 mg y 15 mg, respectivamente.

Y, finalmente, están las lentejas, que son fuente de vitamina B1, B3, B9 y B5, siendo lo aconsejable en el caso de esta última tomar unos 5 mg al día.

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Esto se debe a que no nuestro cabello no sólo necesita alimentarse por fuera, sino también por dentro, por lo que en nuestra dieta no pueden faltar una serie de vitaminas si queremos lograr un cabello espectacular:

– Vitaminas B3 y B12: La ausencia o un bajo nivel de vitamina B12 puede provocar que el cabello se nos caiga o que nos aparezcan las canas de forma prematura. Para evitarlo deberemos consumir pescado, maricos, huevos, carne roja, quesos, etc. Por su parte, la vitamina B3 ayuda a mejorar la microcirculación en el cuero cabelludo, oxigenándolo y estimulando su crecimiento y su fortaleza. Por ello no olvides incluir en tu dieta vegetales de hoja verde y derivados del trigo.

– Vitamina A: Si tu cabello está seco y áspero, puede deberse a una carencia de esta vitamina. La encontrarás en la leche, los huevos y los vegetales de color verde oscuro.

– Vitamina E: Es esencial para permitir que el cabello crezca y se renueve, fortaleciéndolo. Por ello, en tu dieta debe haber lugar para los cereales, frutos secos, soja, germen de trigo, etc.

– Vitamina H (Biotina): Junto con la vitamina B previene el exceso de grasa en el cabello y le proporciona mayor elasticidad y resistencia. Además, interviene en la producción de queratina, sustancia que ayuda a evitar la caída del cabello. Se encuentra sobre todo en la levadura de cerveza, pero también en la leche, salvado de trigo y germen de trigo.

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Los componentes que ayudan a la piel a mantener su tersura son el colágeno y la elastina. Estos componentes se reducen con la edad, con lo que aparecen las arrugas. Es aquí donde la vitamina C se convierte en nuestra aliada, ya que nos ayuda a estimular la producción de colágeno y la regeneración de las células de la piel. Al mismo tiempo, tiene un gran poder antioxidante, con lo cual, mediante la captación de los radicales libres, nos ayuda a mantenernos más jóvenes y a combatir las manchas de la piel.

Sin embargo, tendríamos que consumir cantidades enormes de alimentos ricos en vitamina C para notar sus beneficios en nuestra piel. Es por eso que muchas marcas comienzan a incluirla entre los ingredientes de sus cremas regeneradoras.

Pero también existen trucos caseros para alimentar tu piel con vitamina C:

Crema de zumo de limón y zanahoria: ralla 2 zanahorias y mézclalas con un poco de zumo de limón. Conseguiras una crema hidratante de gran calidad.

Si te gustan los aceites esenciales, mezcla medio vaso de aceite a base de aguacate con 2 gotas de esencia de naranja, 3 de limón y 3 de geranio. La mezcla devolverá a tu piel su aspecto fresco.

Puedes hacer muchas combinaciones de productos ricos en vitamina C, como el kiwi, la papaya, frutos rojos, etc, pero siempre recuerda que esta vitamina es sensible a la luz y al calor y pierde rápidamente sus propiedades, por lo que debes aplicarte las mascarillas inmediatamente después de haberlas preparado.

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Las investigaciones han demostrado una fuerte relación entre la ingesta nutricional y la salud de la piel. Hay que tomar las vitaminas necesarias para nuestro día a día por ejemplo comiendo fruta o tomando algún plato de verduras que tengan los nutrientes suficientes para mantener una buena salud. El número de productos para el cuidado de la piel que contienen vitaminas se ha más que triplicado desde 1991. Algunas de las vitaminas que más ayudan a nuestra piel son:

-Vitamina A
Necesaria para el normal crecimiento, desarrollo y renovación de las células de la piel, mantiene los tejidos de la piel, glóbulos rojos y sistema inmunológico de forma saludable: antioxidantes.
Donde: yemas de los huevos, leche y otros productos lácteos, aceite de pescado, hígado, etc.

-Vitamina B
Necesaria para el metabolismo de proteínas, la creación de glóbulos rojos en la sangre, la función inmune, síntesis de hormonas, tendencia a la disminución manchas, previene la dermatitis.
Donde: aves de corral, pescado, legumbres, plátanos, carne, productos lácteos, etc.

-Vitamina C
Necesaria para la producción de colágeno, neutraliza los radicales libres, ayuda a la cicatrización, protege contra los rayos UVA.
Donde: – frutas cítricas, repollo, brócoli, tomates, cereales enriquecidos, bayas, melones, pimientos, patatas, etc.

-Vitamina D
Necesaria para el desarrollo de las células de la piel, promueve la absorción de calcio, ayuda contra la psoriasis.
Donde: yemas de huevo, salmón, hígado, arenque, etc.

-Vitamina E
Necesaria para el crecimiento de tejido sano, un antioxidante muy estable, hidrata la piel, ayuda a cicatrizar antes las quemaduras.
Donde: trigo, nueces, aceite vegetal, hortalizas, etc.

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